El 6 de enero de 2021 un enorme grupo de estadounidenses que desconocía el resultado de la elección presidencial de noviembre de 2020 decidió tomar el Capitolio durante la audiencia de reconocimiento oficial de los comicios que hacían a Joe Biden el nuevo presidente del país.
En los dos años que pasaron, 950 personas recibieron cargos legales por su participación en la toma pero el FBI aún continúa investigando y tiene cientos de personas en su lista de sospechosos.
Según confirmaron desde las oficinas centrales del FBI, alrededor de 350 personas continúan en su lista de investigación a las que posiblemente se les imponga cargos legales en los próximos meses. Se sospecha que más de dos tercios de ellos ejercieron violencia contra los oficiales de seguridad aquel día. Cabe recordar que en aquella jornada 140 oficiales de policía resultaron heridos.
En el 2021 se realizaron la mayor parte de los arrestos, promediando unas 700 personas. En 2022 bajó la frecuencia de los arrestos, aunque el número sigue siendo alto: cerca de 230 personas fueron arrestadas en el año que acaba de terminar, 17 de ellos en el mes de diciembre, lo que indica que los procesos están abiertos y pudiera haber nuevos arrestos en 2023.
La gran mayoría de los detenidos enfrentó cargos por disturbios o por ingresar en áreas restringidas al público en general. Pero 284 personas recibieron además cargos por asalto y resistencia a la autoridad. De ellos, 99 fueron acusados de utilizar armas u objetos que pueden lastimar o de causar heridas físicas severas en un oficial de la ley.
95 personas recibieron cargos por conspiración y 17 cargos por conspiración sediciosa, que son mucho más severos. La mayor parte de los implicados fueron hombres blancos entre 18 y 80 años. Solo el 14 por ciento de las causas es contra una mujer. El 13 por ciento de los acusados tiene además denuncias de estar relacionados con grupos extremistas, en su mayoría supremacista blancos.
De los 350 individuos que ya han recibido sentencia por estas causas, 192 recibieron penas que incluyen pasar tiempo en prisión. Si bien hubo una persona que recibió una sentencia de diez años, en promedio las sentencias fueron de 16 meses en prisión.
Pero la investigación continúa. La causa está abierta para el FBI y hay más de un centenar de personas aún bajo investigación.
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