Estados Unidos anunció este jueves que aceptará a más de 30.000 migrantes al mes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití, expandiendo así un programa por el que ya concede actualmente permisos humanitarios a venezolanos.
“No vengan a la frontera” sin haber iniciado antes un proceso legal, pidió este jueves el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a los migrantes que llegan al país en cifras récord.
El mandatario prometió una estrategia “segura y humana” frente a sistema migratorio “roto”, en un discurso en la Casa Blanca poco después de que funcionarios anunciaran que Estados Unidos permitirá la entrada cada mes de hasta 30.000 migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, pero endurecerá las restricciones en la frontera con México.
Funcionarios de alto rango de la Administración del presidente Joe Biden informaron en una llamada con periodistas de que, en paralelo, Estados Unidos expulsará “de inmediato” a México a los migrantes de esos países que intenten cruzar a su territorio de manera irregular.
“Tenemos una agenda apretada” para esta cumbre de dirigentes de América del Norte en México, a la que también asistirá el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo Biden en un discurso en la Casa Blanca. Y añadió: “Una parte importante de esa agenda es reforzar la frontera entre nuestros países”.
Además, Estados Unidos prohibirá la entrada al país durante cinco años para todos aquellos migrantes que crucen sin permiso la frontera con México una vez se haya levantado el Título 42, la actual política migratoria de expulsiones. Así lo anunció este jueves el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en una rueda de prensa en Washington, donde detalló las nuevas medidas migratorias tomadas por el Gobierno de Joe Biden.
Con la inclusión de cubanos, haitianos y nicaragüenses, se amplía el programa que EEUU lanzó en octubre pasado para entregar 24.000 permisos a migrantes venezolanos y, al mismo tiempo, deportar a México a quienes atravesaran la frontera sin permiso.
Los funcionarios explicaron que quienes sean deportados al país vecino del sur por cruzar la frontera de manera irregular no podrán acceder a los permisos humanitarios, ni tampoco podrán solicitarlo aquellos que lleguen “ilegalmente” a Panamá y México.
Asimismo, Estados Unidos quiere triplicar “el reasentamiento de refugiados” procedentes de otras partes del continente en el año fiscal 2023 y acogerá a hasta 20.000 personas provenientes de naciones de Latinoamérica y del Caribe.
Los funcionarios detallaron que la motivación de estas medidas es el “nuevo patrón migratorio” que se está dando en la frontera, ya que “la inestabilidad política, económica y política en todo el mundo está alimentando algunos de los mayores niveles de migración”, no vistos desde la Segunda Guerra Mundial.
En este contexto, EEUU ha visto en su frontera sur números récord en décadas de migrantes que tratan de cruzar irregularmente, “motivados en su mayor parte por un nuevo éxodo sin precedentes de migrantes de Cuba, Nicaragua y Venezuela”, dijo uno de los funcionarios.
Según datos aportados por esas fuentes, en la mayor parte de diciembre las detenciones y expulsiones de migrantes en la frontera sur de EEUU fluctuaron entre las 7.000 y las 9.000 diarias, lo que supone una media de 8.000 al día.
“También estamos viendo un aumento de la migración marítima desde Cuba y Haití, que está poniendo a los migrantes en una situación peligrosa”, indicaron las fuentes.
Los funcionarios apuntaron que las medidas se aplicarán también a las familias de migrantes y que se van a aplicar en colaboración con México.
El presidente de EEUU, Joe Biden, tiene previsto pronunciar un discurso en breve para dar detalles sobre este anuncio.
Biden se trasladará el domingo a El Paso (Texas, EEUU) en la frontera con México en la primera visita a la frontera de su Presidencia y al día siguiente visitará la capital mexicana para participar en una cumbre trilateral con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
En paralelo, EEUU anunció este jueves que reforzará la seguridad en su frontera con la contratación y despliegue de más agentes que se unirán a los 23.000 que ya trabajan en la zona.
(Con información de EFE y AFP)
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