Estados Unidos dijo el martes que todavía no consideraba a Nicolás Maduro como el presidente legítimo de Venezuela y reconoció la autoridad de la Asamblea Nacional de 2015 después de que la oposición disolviera un “gobierno interino”.
“Nuestro enfoque hacia Nicolás Maduro no está cambiando. Él no es el líder legítimo de Venezuela. Reconocemos la Asamblea Nacional de 2015″, dijo a los periodistas el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
El 30 de diciembre, la Asamblea Nacional de Venezuela aprobó en sesión la disolución del gobierno interino de Juan Guaidó, el líder opositor que llegó a tener el reconocimiento de más de medio centenar de países, entre ellos Estados Unidos, como presidente encargado del país caribeño.
Congregada en el Parlamento electo en 2015, de mayoría absoluta y que defiende su continuidad al tildar de fraudulento el triunfo del chavismo en las elecciones legislativas de 2020, la dirigencia opositora decidió el fin de esta figura a partir del 5 de enero, con 72 votos a favor, 29 en contra y ocho abstenciones.
Entre duras declaraciones que muestran las fracturas existentes en la oposición venezolana, los partidos Primero Justicia (PJ), Acción Democrática (AD) y Un Nuevo Tiempo (UNT) encabezaron la propuesta para poner fin al “interinato” tras cuatro años de fallida ofensiva para sacar del poder al dictador Nicolás Maduro.
Fue la segunda de dos votaciones necesarias, en las que la propuesta requería mayoría simple. La primera se desarrolló el jueves de la semana pasada. El proyecto para acabar con la “presidencia encargada” recibió entonces los mismos 72 votos.
Durante la sesión parlamentaria virtual de este viernes, la mayoría opositora argumentó que “el interinato no cumplió sus objetivos”, pero remarcó que se debe mantener el Parlamento para “resguardar” los activos en el exterior y seguir “luchando” contra el régimen chavista.
Integrante del partido Voluntad Popular (VP), del exiliado líder Leopoldo López, Guaidó había pedido la víspera mantener la figura del “gobierno interino” por “encima de nombres”, asomando la posibilidad de ser sustituido por otro dirigente -esa propuesta fue descartada el viernes-. Asimismo, en los últimos días advirtió que eliminar el interinato supondría el riesgo de permitir que Maduro recupere el control de recursos de Venezuela bloqueados en el extranjero por las sanciones impuestas al régimen.
Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, había adelantado en una reciente entrevista a la cadena NTN24 que la Casa Blanca va a seguir las “indicaciones” de la oposición venezolana luego de ver qué forma va a tomar el gobierno interino.
El líder opositor había asumido como presidente encargado el 23 de enero de 2019 tras los comicios presidenciales de 2018 en los que Maduro se atribuyó la victoria en medio de denuncias de fraude, persecución e irregularidades.
El amplio respaldo internacional que logró durante su gestión se ha diluido. Washington, aunque mantiene su reconocimiento formal al “gobierno interino”, ha enviado delegados a reunirse con Maduro en medio de la crisis petrolera desatada por las sanciones contra Rusia por invadir Ucrania, mientras gobiernos de países de América Latina como Brasil, Colombia y Argentina viraron hacia la izquierda.
La oposición planea primarias en 2023 con vistas a las próximas elecciones presidenciales, previstas para 2024. Guaidó suena como candidato.
(Con información de AFP)
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