La oposición republicana asumió el martes el control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos decidida a enfrentar al presidente demócrata Joe Biden, pero antes debe resolver las divisiones en sus propias filas. Luego de tres votaciones fallidas en las que Kevin McCarthy no logró alcanzar la mayoría de votos, el representante republicano Tom Cole pidió que la Cámara se suspendiera hasta el mediodía del miércoles. La mayoría de los demócratas apoyaron la moción de aplazamiento, por lo que la Cámara permanece aplazada.
Los nuevos representantes, electos en las legislativas de noviembre, se reunierona las 12 (hora local, 17 GMT) para jurar sus cargos de dos años.
Por primera vez en su mandato, Biden lidiará con un Congreso dividido: su partido demócrata mantuvo el control del Senado, pero la oposición republicana obtuvo una mayoría muy ajustada en la Cámara de Representantes.
“Los estadounidenses están preparados para el cambio tras dos años calamitosos bajo el liderazgo del partido Demócrata”, afirman los diputados republicanos, que prometieron investigaciones sobre la gestión de la pandemia por parte Biden o la retirada estadounidense de Afganistán.
Pero antes de esas batallas tienen que ponerse de acuerdo para elegir al Presidente de la Cámara de Representantes, lo cual no es fácil, debido a las divisiones del partido.
McCarthy debilitado
La elección del presidente de la Cámara, la tercera figura más importante de la política estadounidense tras el presidente y el vicepresidente, se decidirá el miércoles por mayoría simple, al no llegar hoy a un acuerdo.
Siete años después de su primera tentativa, Kevin McCarthy, que lidera la bancada republicana en la cámara baja desde 2014, esperaba tomarse la revancha.
Pero no logró ser elegido presidente de la Cámara Baja estadounidense en las tres votaciones hasta el momento, por lo que tendrán que celebrarse sucesivas votaciones el miércoles, una situación que no se producía desde hace un siglo.
Se ve una derrota histórica sin una salida clara, en lo que representa un desordenado comienzo del nuevo Congreso.
Los márgenes estrechos pueden hacer que la televisión sea dramática, pero crean incertidumbre legislativa e institucional que tiene consecuencias muy reales sobre cómo se dirige el Congreso y cómo se formulan las políticas.
Debido a que la mayoría de 10 escaños del Partido Republicano en la Cámara es tan pequeña, McCarthy ha tenido que aplacar al ala moderada, la derecha y la extrema derecha de su conferencia, todo al mismo tiempo, en su búsqueda del martillo del orador.
La escasa mayoría del Partido Republicano en realidad puede volverse más delgada. Esto se debe a las vacantes de escaños causadas por las salidas anticipadas de miembros del Congreso. Estas vacantes ocurren con regularidad y podrían tener un gran impacto en la agenda legislativa de los republicanos durante los próximos dos años.
Contra Biden
Con los republicanos controlando la Cámara de Representantes, Biden y los demócratas perdieron poder para aprobar nuevas iniciativas. Los republicanos tienen el mismo problema en el Senado donde los demócratas son mayoría.
¿Se atrincherarán en una oposición sistemática? Para ello tendrían que actuar como bloque unido. En la votación presupuestal previa a la Navidad, republicanos votaron junto a demócratas y evitaron el cierre del gobierno federal (shutdown).
Por tanto, la elección del presidente de la Cámara también servirá para medir la capacidad de atacar a Biden.
Enfrentar una Cámara hostil podría darle una ventaja, si confirma su intención de presentarse a la reelección en 2024, una decisión que se espera que anuncie a principios de este año.
En caso de parálisis legislativa, sin duda culpará del estancamiento a los republicanos con la esperanza de convertir la situación en una ventaja para él.
(Con información de AFP, AP y EFE)
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