El fundador de la plataforma de comercio de criptomonedas FTX, Sam Bankman-Fried, se declaró inocente ante los ocho cargos de los que se lo acusa. Su defensa tuvo lugar este martes durante una audiencia qen un tribunal federal de Manhattan, en el que se están desarrollando las primeras investigaciones sobre la estafa a inversores, el saqueo de depóstiso de clientes, el lavado de dinero y la violación de las leyes de financiación de campañas políticas de las que está siendo señalado.
El abogado de Bankman-Fried, Mark Cohen, fue el encargado de anunciar que su cliente “se declara no culpable de todos los cargos”, de los cuales cinco tienen una pena máxima de 20 años de prisión. El juicio contra Bankman-Fried, que comenzará en octubre, evaluará la responsabilidad del hombre de 30 años en la desviación ilegal de enormes sumas de dinero de los clientes de FTX, a fin de realizar lujosas compras de bienes raíces, así como donar dinero a políticos y participar de arriesgadas operaciones en Alameda Research, su empresa de fondos de cobertura cripto.
Durante este encuentro, se definió también que las peticiones de la defensa y las respuestas a las mismas por parte de la fiscalía fueran presentadas en abril para su posterior debate el 18 de mayo.
Bankman-Fried arribó al tribunal con una mochila en la espalda acompañado por su madre, abogados y varios guardaespaldas aunque sin escolta policial ya que accedió al beneficio de libertad con vigilancia electrónica dos semanas atrás bajo condición de que permaneciera en la residencia de sus padres en Palo Alto, California, y tras el pago de una fianza de 250 millones de dólares, una de las más altas en la historia de Estados Unidos.
Antes de la comparecencia, los abogados del acusado enviaron una carta al juez Lewis Kaplan en la que afirmaron que los padres de Bankman-Fried habían sido objeto de “un intenso escrutinio mediático, acoso y amenazas, incluidas comunicaciones en las que se expresaba el deseo de que sufrieran daños físicos”, durante las últimas semanas.
Es por ello que los letrados habían solicitado que no se divulgaran los nombres de dos avalistas que cubrieron la suma de la fianza -además de sus padres- para evitar “intrusiones en su privacidad, así como amenazas y acoso”, a lo que el magistrado accedió.
Asimismo, poco antes de este encuentro, el fiscal Damian Williams había anunciado que pondría en marcha un grupo de trabajo formado por fiscales superiores de su oficina para investigar y enjuiciar todos los actos relacionados al colapso de FTX.
Del mismo modo, aseguró que el grupo trabajará para localizar y recuperar los activos de las víctimas implicadas, estimados en cerca de 32.000 millones de dólares.
“El Distrito Sur de Nueva York está trabajando sin descanso para responder a la implosión de FTX”, dijo Williams en un comunicado de prensa. “Se trata de un momento en el que hay que ponerse manos a la obra. Estamos lanzando el Grupo de Trabajo SDNY FTX para asegurar que este trabajo urgente continúe, impulsado por todos los recursos y experiencia de SDNY, hasta que se haga justicia.”
A diferencia del dueño, Caroline Ellison, quien tan sólo 28 años dirigía Alameda, y Gary Wang, de 29, cofundador de FTX, se declararon culpables por los cargos de fraude y han estado cooperando con los fiscales con la esperanza de obtener clemencia. Ambos, al igual que Bankman-Fried, están en libertad bajo fianza.
Sus declaraciones, sin embargo, no se hicieron públicas sino hasta que el hombre de 30 años estuvo en el aire en lo que fue su extradición desde Bahamas, sede de FTX, donde se temía por las altas chances de fuga.
(Con información de The Associated Press y AFP)
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