El presidente estadounidense, Joe Biden, y la primera dama, Jill, abandonaron este martes el frío de Washington y pusieron rumbo a las cálidas Islas Vírgenes de Estados Unidos, donde celebrarán la llegada del nuevo año junto al resto de su familia.
Biden y su esposa salieron de la Casa Blanca pasadas las 18:30 hora local y se subieron al helicóptero presidencial Marine One, en el que se trasladarán hasta la base militar Andrews, en el estado de Maryland y a las afueras de Washington.
Desde allí, viajarán directamente a Saint Croix, el mayor territorio de las Islas Vírgenes de EEUU, en el Caribe.
Según la Casa Blanca, los Biden tiene previsto celebrar Nochevieja y el Año Nuevo junto al resto de su familia en las Islas Vírgenes y regresarán a la Casa Blanca el 2 de enero.
Los Biden han ido a las Islas Vírgenes de vacaciones durante las fiestas navideñas casi todos los años desde 2008, incluido el periodo en el que el actual mandatario ejercía como vicepresidente con Barack Obama (2009-2017).
Pese a que viajar a las Islas Vírgenes es costumbre en la familia, el mandatario y la primera dama rompieron el año pasado con esa tradición y pasaron sus vacaciones en Delaware, estado en el que creció Biden y al que representó en el Senado de Estados Unidos durante 36 años.
Tanto el año pasado como este, los Biden han salido de vacaciones después de Nochebuena y Navidad, festividades que han pasado en la Casa Blanca.
Biden fue criticado por los presentadores de Fox News por estar “listo para pasar un buen rato” mientras los estadounidenses se enfrentan a la tormenta de nieve.
Emergencia en Nueva York
Antes de partir de vacaciones, el mandatario estadounidense aprobó la declaración de emergencia para el estado de Nueva York, el más afectado por la tormenta Elliot, para facilitar la ayuda federal necesaria para paliar sus efectos y atender a los afectados, informó la Casa Blanca en un comunicado.
Con esta declaración la Administración de Biden aprueba la ayuda federal al gobierno estatal y los locales para hacer frente a las consecuencias de esta tormenta severa que ha causado la muerte de al menos medio centenar personas en todo el país, 31 de ellos en el estado de Nueva York.
El presidente autorizó así al Departamento de Interior y a la Agencia para el Manejo de Emergencias (FEMA) a coordinar las acciones que sean necesarias para afrontar esta situación y “aliviar la adversidad y el sufrimiento” provocados por el temporal.
Estados Unidos intenta recuperarse de los estragos provocados por el frente ártico que se ha llevado la vida de más de 50 personas, la mitad en la zona de Búfalo, en el estado de Nueva York.
La tormenta Elliot, calificada como “única en una generación” por el servicio meteorológico nacional (NWS, en inglés), ha causado gélidas temperaturas desde los Grandes Lagos, cerca de Canadá, hasta el río Grande (también llamado río Bravo), en la frontera con México.
Las fuertes nevadas y los vientos huracanados han dejado a miles de personas atrapadas en sus casas y en las carreteras, miles de pasajeros varados en Nochebuena por la cancelación de vuelos y miles de hogares sin luz por el colapso de la infraestructura eléctrica.
(Con información de EFE)
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