Estados Unidos subrayó este miércoles que la detención en Moscú del ex infante de marina Paul Whelan hace cuatro años sigue siendo “inaceptable” y recordó que aprovechan cada oportunidad disponible para intentar su liberación.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, criticó en un comunicado que “las autoridades rusas lo sometieron a un juicio secreto y lo sentenciaron a 16 años” en base también a “pruebas secretas”.
El jefe de la diplomacia estadounidense destacó que, tal y como dijo a la familia del preso el presidente, Joe Biden, los esfuerzos del país para garantizar su puesta en libertad “no cesarán” hasta que esté de vuelta en casa.
Whelan, de 52 años, fue detenido el 28 de diciembre de 2018 por agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) en un hotel de Moscú por presuntas “actividades de espionaje” a favor de Estados Unidos.
El condenado ha negado todas las acusaciones y ha calificado el caso de “secuestro político”, al tiempo que su familia ha asegurado que viajó a Moscú para asistir a una boda.
Rusia y EE.UU. completaron el pasado 8 de diciembre uno de los canjes más sonados y desiguales de los últimos años al intercambiar a la baloncestista Brittney Griner, condenada por posesión de cannabis, por el traficante de armas conocido como el “mercader de la muerte”, Víktor But, que cumplía 25 años de pena en una cárcel estadounidense.
En esa negociación Washington no pudo incluir a Whelan y alegó que las autoridades rusas habían dado un trato diferente al caso del exmarine, acusado de espionaje, respecto al de Griner.
Blinken dijo que Whelan y su familia están “sufriendo un calvario indescriptible” y denunció una vez más la condena del estadounidense, basada en pruebas secretas, y la pena de 16 años de prisión.
“Su detención sigue siendo inaceptable y seguimos presionando en cada oportunidad para que sea liberado inmediatamente”, agregó Blinken. “Nuestros esfuerzos para asegurar la liberación de Paul no cesarán hasta que regrese a casa con su familia, donde pertenece”.
Whelan, un ejecutivo de Michigan especializado en seguridad corporativa, está encarcelado en Rusia por cargos de espionaje, los cuales su familia y el gobierno de Estados Unidos han dicho que no tienen fundamento. Funcionarios estadounidenses dijeron que Rusia se negó a considerar incluir a Whelan en el canje con Griner, calificándolo como una decisión de “uno o ninguno”.
“Paul y la familia Whelan mostraron recientemente a todo el país el significado de la generosidad de espíritu, pues celebraron el regreso de una compatriota estadounidense mientras Rusia continúa con su tratamiento deplorable de Paul como moneda de cambio”, declaró el asesor de seguridad nacional del presidente Biden, Jake Sullivan.
La familia Whelan apoyó el intercambio que liberó a Griner, pero expresó su temor de que pasen varios años antes de que Whelan sea liberado.
Su hermano, David Whelan, dijo cuando se anunció el intercambio: “Creo que todos nos damos cuenta de que las matemáticas no van a funcionar para que Paul regrese pronto a casa, a menos que el gobierno de Estados Unidos pueda encontrar concesiones”.
Paul Whelan, de 52 años, fue sentenciado en 2020.
En un comunicado el miércoles, David Whelan dijo: “Hoy es el día número 1461 en que Paul ha permanecido como rehén por la Federación Rusa. Las autoridades rusas lo atraparon hoy hace cuatro años ¿Cómo se marca un hito tan terrible cuando no hay una resolución a la vista?”
El aniversario, agregó, “es terrible y ruin, sólo otro día que Paul tiene que sufrir en una colonia de trabajo rusa por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado”.
(Con información de EFE y AP)
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