Miami tiene muchos espacios públicos destacables, pero ninguno más icónico que The Underline, el parque lineal de 16,9 kilómetros de largo por debajo de las vías elevadas del Metrorail que va desde el barrio de Brickell hasta la zona de Dadeland, en el sur del condado de Miami-Dade.
El ambicioso proyecto tiene un costo de 140 millones de dólares que se pagan con fondos federales, estatales, municipales y privados. Al tratarse de un proyecto tan grande, la construcción fue dividida en tres etapas. Una primera, que ocupa toda la zona de Brickell, culminó su construcción en febrero de 2021, y es un favorito de los vecinos. La segunda fase está en curso y se espera se termine a mediados de 2023. La tercera y última está prevista para 2025.
Entre los segmentos ya inaugurados hay jardines urbanos, canchas de básquetbol, senderos de bicicleta y zonas recreativas con mesas y escenarios para artistas. Para la fase dos, actualmente en construcción, están previstos 3,5 kilómetros de parque lineal que contarán también con zonas recreativas y deportivas, desde Brickell hasta Coconut Grove. Esta etapa se demoró fundamentalmente por dos cosas: los faltantes en la cadena de suministro que afectaron a todo el país y un proyecto de construcción paralelo de la empresa de energía de Miami, FPL, para llevar bajo tierra el cableado que hasta ahora era aéreo.
Pero lo nuevo en este mega-proyecto tiene que ver con que ya arrancó el diseño de la tercera fase, que serán cerca de 12 kilómetros de largo uniendo Coconut Grove, Coral Gables y South Miami.
Si bien el conjunto de The Underline sigue un plan maestro hecho por el estudio neoyorquino de arquitectura paisajista James Corner Field Operations (el mismo detrás del desarrollo del parque lineal High Line de Nueva York), los detalles finales del diseño y la construcción se llevan a cabo de manera local en base a los requisitos de los residentes.
El condado de Miami-Dade inició el proceso de reuniones con vecinos esta semana para consultarles qué les gustaría encontrar en el parque, ya que en definitiva serán ellos los usuarios.
Hay cuestiones básicas que se sabe que estarán, como un sistema de almacenamiento y filtración de agua con plantas para evitar inundaciones, o un parque para perros, que recibió un subsidio especial de USD 22 millones. Pero dependiendo de lo que pidan los vecinos, el parque podrá tener zonas de juegos para niños, más escenarios para presentaciones artísticas o hasta una cancha de pickleball, un deporte muy en boga en Miami en este momento.
El parque, inclusive con una sola fase inaugurada, ya se ha convertido en columna central de Miami, atravesando buena parte de la ciudad de norte a sur. Es usual que los residentes lo usen para realizar actividad física o como punto de encuentro. Incluso, durante los pocos meses en los que el calor no es tan intenso en Miami, es cita obligada para almuerzos tipo picnic al aire libre.
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