Funcionarios del gobierno de Estados Unidos presionan para que se concrete una venta forzosa de la empresa china TikTok en el país norteamericano y de esa manera asegurar que Beijing no pueda utilizar la aplicación para el espionaje y la influencia política, según fuentes del medio The Wall Street Journal.
La propuesta de venta surgió en las discusiones del Comité de Inversiones Extranjeras en los EE.UU. (CFIUS), un panel interinstitucional de la administración del presidente Joe Biden que durante dos años ha estado negociando con TikTok sobre una manera de aislar los datos de la empresa y las operaciones del régimen chino, declararon las fuentes al medio estadounidense. Miembros del Pentágono y del Departamento de Justicia apoyan la operación.
Las preocupaciones de los funcionarios norteamericanos son que el régimen de Xi Jinping tenga acceso a los datos de TikTok o influya en los videos que los estadounidenses ven en la red social. Por eso entienden que la solución es separar la aplicación de su propietario chino, ByteDance, con sede en Beijing, sostiene The Wall Street Journal.
“Estamos hablando de un gobierno que, en la estimación de nuestra propia comunidad de inteligencia, tiene el propósito de mover el uso de la tecnología global y las normas para privilegiar sus propios intereses y sus valores, que no son consistentes con los nuestros”, declaró a The Wall Street Journal la vicefiscal general Lisa Monaco, sin hacer mención específicamente a TikTok.
Miembros del CFIUS afirman que podrían hacer una recomendación a Biden, quien tiene la autoridad para forzar la venta, o desinversión, de TikTok por parte de sus propietarios chinos para que siga operando en Estados Unidos.
TikTok lleva tres años tratando de garantizar a los departamentos y agencias gubernamentales de Estados Unidos que no se puede acceder a los datos personales de los ciudadanos y que su contenido no puede ser manipulado por el Partido Comunista de China o cualquier otra entidad bajo la influencia del gobierno de ese país.
El año pasado, Biden revocó una orden ejecutiva de su predecesor Donald Trump para prohibir TikTok en Estados Unidos, pero las negociaciones entre su administración y la compañía de redes sociales continuaron sobre un posible acuerdo que abordaría las preocupaciones de seguridad.
Los legisladores estadounidenses que buscan tomar medidas enérgicas contra China como parte de un conjunto más amplio de disputas sobre comercio, propiedad intelectual y derechos humanos han aprovechado las preocupaciones de seguridad sobre TikTok para presionar a la Casa Blanca para que adopte una línea dura.
TikTok ya ha dado a conocer varias medidas destinadas a apaciguar al gobierno estadounidense, incluido un acuerdo para que Oracle Corp almacene los datos de los usuarios de la aplicación en Estados Unidos y una división de Seguridad de Datos de Estados Unidos (USDS) para supervisar la protección de datos y las decisiones de moderación de contenidos.
Ha desembolsado 1.500 millones de dólares en gastos de contratación y reorganización para crear esa unidad, según una fuente conocedora del asunto.
No obstante, algunos funcionarios del gobierno, incluidos los del Departamento de Defensa, la Oficina Federal de Investigaciones y la Agencia Central de Inteligencia, siguen oponiéndose a un acuerdo de seguridad, según las fuentes.
En las últimas semanas, al menos 14 estados han bloqueado TikTok en los dispositivos administrados por el gobierno. El Congreso de EEUU tiene previsto aprobar esta semana una ley que prohíbe a los empleados del gobierno federal descargar o utilizar TikTok en sus dispositivos de propiedad estatal.
Demócratas y republicanos comparten inquietudes sobre las cuestiones de seguridad de TikTok, por lo que lo que comenzó hace unos años como una iniciativa de Trump ha evolucionado para convertirse en un tema cada vez más bipartidista.
(Con información de Reuters)
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