El miércoles pasado fue dado a conocer en Washington el proyecto de ley de financiación gubernamental y ayuda a Ucrania para todo el año, la cifra alcanza los 45 mil millones de dólares, ese dinero incluye paquetes menores como fondos de apoyo de emergencia para Ucrania para afrontar la invasión de su territorio y la guerra impuesta por la Federación Rusa.
El proyecto de ley supera aproximadamente en un 21% lo solicitado por el presidente Joe Biden en su momento. El proyecto de ley posee carácter obligatorio tanto en sus consideraciones generales como el tiempo de aprobación, el que debía ser cumplido antes de fin de año. La importancia de su significado, además, es que Ucrania obtendrá entre 8 y 10.000 mil millones de dólares más que los 37.000 mil millones que el presidente Biden había solicitado formalmente al Congreso a principios de noviembre pasado. La noticia se da en el marco de la visita del presidente Volodimir Zelensky a los Estados Unidos y el proyecto de ley sera dado a conocer oficialmente el proximo lunes.
Especificamente los fondos incluyen un paquete cercano a los 12.000 millones de dólares que serán destinados a la reposición de existencias de armas estadounidenses que ya han sido utilizadas desde el 24 de febrero, fecha en que las fuerzas rusas atacaron por primera vez a Ucrania iniciando así la invasión ordenada por el presidente Vladimir Putin, lo que dio lugar a que Estados Unidos enviara equipo militar y sistemas de armas en ayuda del país agredido.
El documento final del proyecto de ley aún no fue dado a conocer a la prensa en su totalidad, eso sucederá el próximo lunes; no obstante, Infobae pudo acceder a la informacion del documento y sus recomendaciones de una ayuda suplementaria de 9 mil millones de dólares que serán destinados a un Programa de Asistencia de Seguridad para Ucrania que es abarcativo de un plan muy amplio de entrenamiento, armamento, equipos y apoyo logístico brindando inteligencia a las fuerzas armadas ucranianas.
Otros 7 mil millones de dólares serán derivados a la Base del Comando estadounidense con asiento en Europa en apoyo de inteligencia, equipos y pagos de actividades tecnológicas relacionadas. Además, 300 millones serán destinados al mantenimiento de reactores nucleares y combustible nuclear para potenciar la seguridad y autonomía energética durante el invierno ucraniano mientras su infraestructura critica energética continúe bajo ataque por parte de las fuerzas de rusas como esta sucediendo actualmente por medio de bombardeos de artillería, misiles y aviones no tripulados. También una partida de 126 millones de dólares ayudara a proteger y responder ante la contingencia de probables incidentes nucleares y radiológicos dentro de Ucrania, ello se pensó en virtud de las amenazas de bombardear centrales nucleares que el presidente Putin ha efectuado con reiterada insistencia desde septiembre pasado.
En materia de ayuda humanitaria, puntualmente un monto de 2.470 millones de dólares será destinados a esas necesidades en todo el territorio ucraniano mientras que Kiev, la capital del país; recibirá 13.400 millones de dólares que se destinaran al apoyo de su actividad económica junto a otros 2.400 millones que ayudaran a los desplazados internos ucranianos a regresar a sus pueblos y ciudades, como también a los que soliciten refugio dentro de los Estados Unidos.
Los paquetes de financiación y apoyo adicional fueron considerados después de que la administración Biden ejerciera cierta presión sobre legisladores de ambos bloques (incluído el suyo propio) para que aprobaran una financiación mayor y suplementaria para los servicios públicos -esto fue incluído a último momento ya actualmente no hay energía eléctrica en el 80% de la capital-.
Del mismo modo se han incluido 900 millones de dólares que serán destinados a la reconstrucción de rutas y autopistas de ingreso y salida de Kiev, las que fueron destruidas por los bombardeos rusos. En éste punto, ambos bloques en el Congreso, tanto el demócrata como el republicano acordaron rápidamente su apoyo a esos millones de dólares adicionales y el líder de la minoría del Senado, el republicano Mitch McConnell, manifestó que su bloque no pondría ningún escollo para entorpecer la ayuda e incluso defendió firmemente la continuidad de la asistencia a Ucrania en un mensaje que hizo llegar al propio presidente Zelensky el día miércoles en Washington.
El presidente Biden había dicho a McConnell en noviembre durante una conversación privada, que Estados Unidos debía apoyar y asegurar que haya una relación equivalente de fuerzas para los ucranianos puedan defenderse por si mismos frente a los rusos de lo que configura la peor agresión militar ocurrida en Europa desde la era nazi en la Segunda Guerra Mundial. El líder republicano estuvo de acuerdo con el planteo del presidente Biden y respondió positivamente en virtud de todo lo que hay en juego, por lo que se comprometió a que ambos bloques trabajen juntos en ayuda de Ucrania.
Sin embargo, en las últimas semanas ante la inminencia del acuerdo sobre el proyecto de ley, la presión de legisladores republicanos identificados como el ala mas conservadora dentro del espacio político parecía no pensar igual que McConnell sobre cualquier ayuda adicional a Ucrania. Entre los más duros estuvo el senador Josh Hawley, quien a principios de este mes pidió priorizar el envío de armas a Taiwan para defenderse de una eventual y probable agresión militar de China a la isla en lugar de ayudar a Ucrania a enfrentar y derrotar a las tropas rusas. No obstante el viaje de Volodimir Zelensky a Washington -en lo que configuro la primera salida del presidente ucraniano a exterior desde el inicio de la guerra- cambio su parecer y el de otros legisladores republicanos que no se opusieron al proyecto de ley para enviar paquetes de ayuda adicionales a Ucrania aunque expresaron pequeñas reservas en dirección a la fiscalización del uso y el destino de esa ayuda.
Sin embargo, el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, el republicano de California Kevin McCarthy, no participó en las negociaciones del proyecto y presionó a sus colegas para que retrasaran otra ronda de financiamiento de ayuda a Ucrania, diciendo que no otorgaría un “cheque en blanco”. No obstante, el documento final de 4.150 páginas finalmente cubrió la ayuda suplementaria para Ucrania además de los 12 proyectos de ley de gastos anuales para cada agencia federal.
El proyecto de ley aún debe ser aprobado por la Cámara y el Senado, luego será firmado por Biden, pero seguramente eso sucederá antes del 31 de diciembre, por lo tanto, la asistencia militar, humanitaria y económica total de Washington a Ucrania pondrá al día los números de la ayuda brindada durante 2022 y ordenara la ayuda futura para 2023.
El hecho es que políticamente el proyecto es de altísima importancia para la administración Biden ya que también colocara dentro del marco de la legislación toda la ayuda enviada a Ucrania por un monto de 13.000 mil millones que fueron girados de urgencia en marzo pasado más otro paquete de 40.000 mil millones aprobado parcialmente en mayo por medio de una resolución acordada también de forma parcial en septiembre. Así, el proyecto de cara al 2023 está incluyendo también las partidas otorgadas durante 2022 y brinda un marco de tranquilidad jurídica a la administración Biden respecto de sus decisiones criticadas por sectores republicanos y consideradas como unilaterales.
El hecho se produce cuando había preocupaciones sobre cómo le iría al presidente con esa financiación el año próximo en una Cámara liderada por el partido Republicano, donde algunos conservadores se han vuelto críticos de la ayuda y habían declarado que exigirían al presidente la explicación de las remesas de dinero enviadas sin las consultas de rigor ni el acuerdo de legisladores de ambos partidos. La noticia también otorga oxígeno y allana ese problema al tiempo que brinda un blanqueo a las partidas millonarias que se encontraban en controversia y configuraban un tema pendiente para el gobierno del presidente Biden de cara al futuro y pensando en la próxima elección presidencial.
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