El comité legislativo que investiga el asalto del 6 de enero de 2021 al Capitolio de Estados Unidos recomendó este lunes al Departamento de Justicia que el ex presidente Donald Trump (2017-2021) sea imputado.
Por unanimidad, la comisión considera que el ex jefe de Estado obstruyó un procedimiento oficial e incitó a una insurrección, además de conspirar para defraudar al Gobierno federal y para hacer una declaración falsa.
“Si queremos sobrevivir como una país de leyes y democracia, esto no puede volver a suceder”, dijo el representante Bennie Thompson, presidente del comité selecto, al comenzar la reunión. Asimismo, criticó al ex presidente por socavar la fe en el sistema democrático: “Si la fe está rota, también lo está nuestra democracia. Donald Trump rompió esa fe”.
El comité no tiene potestad para imputar ni poder de decisión en la investigación ya abierta por el Departamento de Justicia. Su voto, ampliamente simbólico, no es vinculante y la decisión recaerá en última instancia en el fiscal general, Merrick Garland.
Pero los cargos pueden acarrear a Trump, que aún ejerce una fuerte influencia en el Partido Republicano, penas de prisión e inhabilitarlo para cargos públicos. De hecho, esta aprobación supone un hito histórico porque es la primera vez que el Congreso ha solicitado imputar a un ex presidente.
Liz Cheney, vicepresidenta del panel de la Cámara de Representantes que investigó el ataque, dijo este lunes que la negativa de Trump de detener el asalto al Capitolio muestra que “no es apto para ocupar ningún cargo”.
“Nadie que se comporte así en ese momento puede volver a ocupar un cargo de autoridad en nuestra nación”, declaró Cheney. “No es apto para ocupar ningún cargo”, enfatizó en la reunión final del panel.
Jamie Raskin, otro de los ocho miembros del comité, sostuvo que el grupo obtuvo “evidencia significativa de que el presidente Trump tenía la intención de interrumpir la transición pacífica del poder bajo nuestra Constitución”. “Creemos que la evidencia descrita por mis colegas hoy, y reunida a lo largo de nuestras audiencias, justifica una remisión criminal del ex presidente Donald J. Trump”, afirmó.
Desde el mes de julio de 2021, la comisión investigó las acciones de Trump antes y durante la asomada del 6 de enero de ese año.
A través de ocho audiencias, el panel reveló gran cantidad de pruebas sobre la implicación de Trump en una complicada serie de planes relacionados para anular las elecciones y que era imposible que el entonces mandatario no estuviera al tanto de que había perdido las elecciones con Joe Biden.
El panel entrevistó a varios colaboradores de Trump, entre ellos a su entonces fiscal general Bill Barr, e incluso a su hija Ivanka. En fragmentos de las entrevistas reveladas al público, muchos de ellos dijeron que nunca creyeron que hubiera existido fraude electoral.
El comité también reveló que Trump presionó a su propio vicepresidente, Mike Pence, y a otros funcionarios en los estados clave de Georgia y Arizona en una campaña de intimidación para invalidar las elecciones de noviembre de 2020.
El ex presidente, por su parte, ha tachado de motivaciones políticas las numerosas investigaciones a las que se enfrenta y acusa que el comité del 6 de enero, dominado por los demócratas, es parcial contra él.
Trump se ha enfrentado a una serie de problemas legales desde que dejó el cargo. Su empresa inmobiliaria fue declarada culpable el 6 de diciembre de llevar a cabo un plan criminal de 15 años para defraudar a las autoridades fiscales.
Los disturbios dejaron al menos cinco muertos y 140 oficiales de policía heridos. Unas 900 personas fueron detenidas en conexión con el violento alboroto que repercutió a lo largo del país y en todo el mundo.
Con información de EFE, AFP y Reuters
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