Al menos 36 personas han resultado heridas por las turbulencias durante un vuelo de la compañía Hawaiian Airlines que se trasladaba de Phoenix a Honolulu este domingo.
Jon Snook, jefe de operaciones de la aerolínea, dijo que la compañía no había tenido “un incidente de esta naturaleza en la historia reciente”. El vuelo estaba lleno, con 278 pasajeros y 10 tripulantes, indicó durante una conferencia de prensa por la tarde.
De los heridos, 20 han sido trasladados a centros sanitarios, mientras que once de ellos se encontraban en estado grave, según los servicios sanitarios.
Las fuertes turbulencias, que ocurrieron 30 minutos antes de aterrizar, hicieron que los pasajeros salieran volando de sus asientos.
Así, los sanitarios han tratado a pacientes desde los 14 meses hasta adultos que presentaban lesiones en cabeza, cortes, hematomas, náuseas y pérdida de conocimiento.
Jim Ireland, director de los Servicios Médicos de Emergencias de Honolulu explicó que al menos una persona habría perdido el conocimiento en un momento dado, según reportes, pero todos los pacientes estaban despiertos y hablaban cuando llegaron a hospitales.
“También nos alegramos muchos y nos sentimos afortunados de que no hubiera muertes ni otras lesiones críticas. Y confiamos en que todos se recuperen por completo”, dijo Ireland.
La compañía ha indicado que la aeronave aterrizó “de manera segura” en Honolulu a las 10.50 horas (hora local). “Se brindó atención médica a varios invitados y miembros de la tripulación en el aeropuerto por lesiones menores, mientras que algunos fueron transportados rápidamente a hospitales locales para recibir atención adicional”, ha comunicado Hawaiian Airlines a través de su perfil de Twitter.
Asimismo, la aerolínea ha señalado que está “apoyando a todos los pasajeros y empleados afectados y continuaremos monitoreando la situación”.
El vicepresidente ejecutivo de Hawaiian Air, Jon Snook, ha declarado que el cinturón estaba abrochado en el momento del incidente. Además, tres trabajadores se encuentran entre los heridos, recoge el medio Hawaii News Now.
“A veces, estas bolsas de aire ocurren sin previo aviso. Es raro tener ese nivel de turbulencia extrema. Fue un caso muy extremo de turbulencia en el aire”, ha agregado antes de precisar que están agradecidos “de que el alcance de las lesiones no fuera crítico”.
Thomas Vaughan, del Servicio Nacional de Meteorología en Honolulu, dijo que había habido un aviso de posibles tormentas eléctricas que abarcaba a Oahu y a otras zonas que habría incluido la trayectoria del vuelo al momento del incidente.
La aerolínea estaba al tanto del pronóstico del tiempo y del aire inestable y las condiciones climáticas, pero no tenía advertencia de que la zona de aire en particular donde ocurrió la turbulencia “era de alguna manera peligrosa”, dijo Snook.
No sabía cuánta altitud perdió el avión durante la turbulencia, y dijo que eso sería parte de una investigación que involucra a la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte. El registrador de datos de vuelo del avión proporcionaría esos detalles, dijo.
La investigación también abordaría con precisión qué estaban haciendo los pasajeros y la tripulación en ese momento, dijo.
(con información de EP y AP)
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