Estados Unidos envió su primera delegación de alto nivel a China, como parte del compromiso de restaurar la relación, acordado el mes pasado con el régimen de Xi Jinping y el presidente norteamericano, Joe Biden.
El subsecretario de Estado de Estados Unidos para Asuntos de Asia Oriental y el Pacífico, Daniel Kritenbrink, se unirá a la directora senior del Consejo de Seguridad Nacional para China y Taiwán, Laura Rosenberger, en un viaje programado entre el 11 y el 14 de diciembre.
Ambos visitarán China, Corea del Sur y Japón.
En China, Kritenbrink profundizará en el contenido de la reunión entre Biden y Xi en Bali el mes pasado, donde ambos mandatarios prometieron “continuar responsablemente gestionando la competencia” entre las dos potencias “y explorando potenciales áreas de cooperación”, dijo el Departamento de Estado estadounidense.
“En la República de Corea y Japón, mantendrán consultas sobre cuestiones regionales y bilaterales”, dijo el departamento sin dar más detalles.
Según funcionarios de Seúl, está previsto que Kritenbrink llegue a Corea del Sur el lunes por la tarde y mantenga conversaciones con el Viceministro de Asuntos Exteriores, Choi Young-sam, al día siguiente. Su salida está prevista para el miércoles por la mañana.
Se espera que Corea del Norte sea uno de los temas claves de las conversaciones luego de las amenazas, lanzamientos de misiles y otras provocaciones del régimen de Kim Jong-un También se espera que figure en la agenda la preocupación de Corea del Sur por la Ley estadounidense de Reducción de la Inflación (IRA), según informó la agencia de noticias Yonhap.
Añadió que Kritenbrink también preparará la visita a China del secretario de Estado, Antony Blinken, para comienzos de 2023, la primera de un jefe diplomático estadounidense en cuatro años.
Blinken se refirió a las protestas en China contra las políticas de Xi Jinping y aseguró que la represión contra los manifestantes es un “signo de debilidad” del régimen comunista.
Señaló en la cadena NBC News que las personas de todo el mundo tienen derecho a “hacer pública su frustración” .
Estados Unidos y China, las dos mayores economías del mundo, destinan recursos más que cualquier otra nación en sus fuerzas militares y están enfrascadas en una feroz competencia estratégica.
En la reunión de Bali, los líderes de ambos países conversaron sobre asuntos coyunturales, incluyendo el futuro de Taiwán, las restricciones estadounidenses a las importaciones chinas de alta tecnología y las maniobras de Beijing para expandir su influencia alrededor del mundo.
Biden salió de la reunión con Xi proclamando que una Guerra Fría no era necesaria, mientras Xi le dijo a Biden que los dos países “comparten más, y no menos, intereses comunes”.
(Con información de AFP)
Seguir leyendo: