Un grupo de senadores de Estados Unidos le advirtieron a China que no reprima las protestas que se expandieron a lo largo del país, y que cualquier uso de la fuerza afectaría a las relaciones con Washington.
En una carta hecha pública este viernes, 42 miembros del Senado, de 100 integrantes, recordaron la violenta represión por parte del Partido Comunista de China contra el levantamiento democrático liderado por estudiantes en la plaza de Tiananmen en 1989.
“Advertimos al Partido Comunista de China en los términos más enérgicos posibles para que no vuelva a emprender una represión violenta contra manifestantes chinos pacíficos que simplemente quieren más libertad”, reza la carta enviada el jueves al embajador de Beijing en Washington, Qin Gang.
“Si eso ocurre, creemos que habrá graves consecuencias para la relación entre Estados Unidos y China, causándole un daño extraordinario”, versa la misiva, firmada por senadores republicanos y demócratas.
El gobierno del presidente Joe Biden ha sido cauteloso en sus comentarios públicos sobre las manifestaciones, enfatizando el derecho a protestar pacíficamente.
El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo este viernes que el pueblo de China debería tener “los mismos derechos universales que tienen las personas de todo el mundo” sobre la reunión pacífica.
China vive las manifestaciones más extendidas desde la demostración de la Plaza de Tiananmen, que comenzaron el pasado fin de semana contra la política de “COVID cero” pero derivaron en llamados a una mayor libertad política.
El vasto aparato de seguridad chino se movilizó rápidamente para reprimir las concentraciones, para luego admitir que sí se podían eliminar algunas restricciones contra el coronavirus.
El pasado miércoles, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, aseguró que la represión de China a las protestas contra su política de “COVID cero” es un “signo de debilidad” del régimen comunista.
Blinken dijo en la cadena NBC News que las personas de todo el mundo tienen derecho a “hacer pública su frustración” .
“En cualquier país en que vemos que eso ocurre y que el gobierno toma medidas represivas masivas para detenerlo, eso no significa un signo de fortaleza. Es un signo de debilidad”, dijo Blinken en Rumania, donde asiste a reuniones de la OTAN.
Blinken, que planea visitar China el año que viene, no quiso opinar sobre si las protestas afectan al régimen de Xi Jinping.
Estimó que la política china de “covid cero”, que fue el detonante inicial de las protestas, “no es algo que nosotros haríamos”, y añadió que Estados Unidos optó por enfocarse en las vacunas, las pruebas y el tratamiento de la enfermedad.
“China tiene que encontrar cómo avanzar en el tratamiento de covid de una forma que pueda responder a las necesidades sanitarias pero también a las necesidades de la gente”, dijo el secretario de Estado.
Las protestas contra la política de “COVID cero”, sin embargo, derivaron en reclamos de libertades políticas.
El máximo organismo de seguridad de China pidió el martes “medidas enérgicas” tras varios días de protestas en las principales ciudades del país contra casi tres años de estrictos confinamientos por el covid-19, en un contexto de frustración pública con el sistema político chino. El fin de semana pasado estallaron manifestaciones en la capital, Pekín, y otras ciudades como Shanghái y Wuhan, que tomaron por sorpresa al poderoso sistema de seguridad chino.
El detonante de esta movilización nacional fue el incendio de un edificio de apartamentos en Urumqi, capital de la región noroccidental de Xinjiang, en el que murieron 10 personas.
(Con información de AFP)
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