Apenas se inauguró para coleccionistas y VIP, Art Basel vibró como el gran evento que es. Pero desde la mañana del 1 de diciembre ha brillado mucho más, ya que abrió sus puertas al público general. Los pasillos del Miami Beach Convention Center se llenaron al fin de amantes del arte, estudiantes y curiosos.
A los galeristas, los artistas y los periodistas que se quedaron —los ricos y VIP ya se marcharon— se sumaron aquellos a quienes los creadores dirigen sus sueños y sus esfuerzos. La gran muestra de arte cruzará a unos y otros durante los tres días más esperados del año en el sur de la Florida.
La galería Peter Freeman, de Nueva York, ocupaba uno de los mejores puestos en el área de los expositores. Su director, Anthony Elms, al principio no quiso revelar mucho sobre sus expectativas: “Nos gustan todos nuestros artistas”, dijo, como un padre que ama a todos sus hijos por igual. Pero luego reveló a Infobae que llevó “dos obras importantes de Thomas Schütte y una serie de acuarelas suyas”, algo “de lo que obviamente estamos muy orgullosos”.
Su entusiasmo era evidente: “Tenemos estos tempranos Franz West muy distintivos”, continuó, “uno de ellos es en colaboración con Albert Oehlen”. Tanto le gusta hablar de arte a Elms que respondió con gentil paciencia a los paseantes más inquisitivos que lo abordaron un par de veces. El día anterior había tratado d ese modo a los compradores: “Aquí la gente es seria”, confió. “Sacan sus pesos pesados. Siempre es un buen espectáculo para nosotros”.
Entre tantos galeristas de Londres, Basilea, Nueva York y París también había nombres castizos. Uno de ellos era el de la Galería Elvira González, de Madrid, donde Isabel Mignoni destacó la tendencia a “obras de gran formato”. De su oferta resaltó “la obra de Miguel Barceló”, del que colgaban varias piezas en las paredes.
Cerca de la salida, el artista Caleb Lindsay contó que iba “para apoyar la galería con la cual trabajo”. Contemplando una instalación de gran tamaño del maestro cubano residente en Miami José Bedia, Lindsay exclamó admirado: “Me detuvo en seco”. Dijo no haber podido ver mucho más todavía, pero también le había impresionado el trabajo de Dread Scott.
Aunque los compradores se fueron, los expertos que los ayudan a hacer sus colecciones recorren Art Basel hasta último momento. Brandon Herman, un asesor de arte, le contó a Infobae que le interesaba ver “en qué está gastando la gente el espacio de la pared aquí” a fin de pensar qué opertunidades se podían identificar entre “las que no tienen aquí”. Herman contó que le gusta sorprenderse con algo que “se me haya pasado por alto anteriormente”. Quizá lo que más le llamó la atención de la feria 2022 fue la abundancia de color en las muestras: “Parece que los marchands prueban mucho el color en Miami”.
Por supuesto, las autoridades no se pierden una oportunidad de circulación como la gran muestra de galerías. “Toda comunidad quiere ser la mejor versión de sí”, dijo el alcalde de Miami Beach, Dan Gelber, “y creo que Art Basel nos ha ayudado a ser la mejor versión de nuestra comunidad”.
Todos esos visitantes de Art Basel, reflexionó, son residentes a los que la muestra les brinda “un sentido de lugar”, y visitantes a los que les da “la oportunidad de ver algo especial que probablemente no verán en otro lugar del mundo”.
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