El primer día de Art Basel se destina a coleccionistas y celebridades: hoy pasearon por los pasillos de la feria la tenista Venus Willians, el actor Sylvester Stallone y la diseñadora de moda Donna Karan.
Pero antes de verlos en el Miami Beach Convention Center comencé el día, con mucha alegría, en The Bass Museum, donde Amalita Amoedo hizo la presentación internacional de las nuevas iniciativas de su colección, junto con su curadora, Laura Hakel, y el resto de su equipo, acompañadas por artistas residentes. Ella tiene principalmente artistas argentinos y latinoamericanos, y va a fortalecer la colección con arte regional.
También hizo otra presentación internacional del edificio de José Ignacio —sede de la Fundación Ama Amoedo Residencia Artística— que diseñó Edgardo Giménez, una casa que parece una obra de arte. Me importa participar del crecimiento de personas que, como ella, se comprometen completamente con el arte; la felicito por tantos años de trabajo que no pasan inadvertidos.
Y entonces, sí, entré a la 20º edición de Art Basel en Miami Beach.
De los sectores en que se divide la feria, uno especial está destinado al arte moderno. Como todos los años, el stand del galerista neoyorkino Helly Nahmad llevó un grupo de obras importantes, entre las cuales podemos destacar un tríptico de Basquiat de 1983, un Picasso de los años veinte, un Dubuffet de 1960 y un Fernand Léger de 1920 que es estupendo.
En el sector principal se juegan las grandes ligas. Ubicadas alrededor de la Plaza Norte se agrupan las galerías más importantes: White Cube, Lisson Gallery, Pace, David Zwirner, Hauser and Wirth y Gagosian, galería que siempre se destaca por llevar obras impactante de Jeff Koons. Este año le ganó de mano White Cube, que expone una pieza del artista: un bowl amarillo de proporciones gigantes lleno de huevos blancos. El stand se llena de visitantes que se apresuran a sacarse fotos junto a la obra.
Perlitas de Art Basel
Vi una obra de Joseph Cornell, en la galería norteamericana Michael Rosenfeld, que recomiendo pasar a ver. Cornell era un artista norteamericano que utilizaba la técnica del ensamblaje para construir pequeñas cajas de madera vidriada donde realizaba diferentes composiciones, yuxtaponiendo objetos extraños y disímiles entre sí. Por eso se lo vincula al dadaísmo y al surrealismo. La caja, titulada Princesa flamenca, de 1950 es una pequeña joyita.
También recomiendo una obra del norteamericano Paul McCarthy, que también me pareció estupenda: es una obra escultórica de pequeño formato, compuesta por numerosos personajes característicos del artista.
Artistas en alza y precios exorbitantes
Hace ya unos años que en el mercado del arte se observa el rápido incremento del valor de la obra de artistas jóvenes. Al verse representados por una galería de mayor peso que su galería de inicio, experimentan un establecimiento súbito de precios que superan la barrera de los USD 100.000, y en ocasiones la barrera del millón, como sucedió con el increíble caso de Anna Weyant, que generó polémica.
Otros ejemplos que también se pueden ver en la feria son Ilana Savdie (White Cube), Avery Singer (Hauser Wirth), Louise Giovanelli y Loie Hollowell (ambas de Pace). A propósito de Hollowell, en el stand de la galería Jessica Silverman hay una muy linda pieza para ver.
Por último, me gustó el criterio curatorial y la buena obra que se exhiben en dos stands, los de Karsten Greve y Xavier Hufkens.
Daniel Maman es un reconocido marchand argentino con gran influencia en las artes visuales y la cultura de su país. Su aguda mirada está detrás de importantes colecciones privadas. Además de su galería en Buenos Aires, en 2013 inauguró Maman Fine Art Miami.
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