Art Basel Miami Beach celebra su 20º aniversario y muestra menos pintura que otros años. Mucha escultura, algo de videoarte y obra en diferentes medios y soportes, pero poca pintura en relación a lo que se vio en las últimas ediciones.
Algo que está bien referenciado en cuanto a los lineamientos de la feria es la presentación de textiles: los encontramos en la gran mayoría de las propuestas. Y hallamos también mucho material objetual.
La abundancia de esa técnica me impacta como una declaración de intenciones: la feria busca ese cruce o fusión entre el oficio del textil y el del pintor, y entre lo clásico y lo contemporáneo. Los encontramos en diversos formatos, como soporte de la pintura y como objeto en sí.
Es un gesto de aceptación del oficio del textil como una obra de arte, algo que ya venía sucediendo con muchos trabajos de artistas contemporáneos pero que, evidentemente, se refunda en esta nueva edición de Art Basel.
Las grandes firmas —como Pace, Gagosian, Hauser & Wirth o Helly Nahmad— han llegado con los grandes maestros: Picasso, Braque, Matisse, Chagall y toda la artillería pesada, como nos tienen acostumbrados año tras año. También se ve bien representado el arte americano de posguerra, con un gran peso del arte pop y del minimalismo: un claro reflejo de que las grandes galerías se refugian en los nombres que funcionan en el mercado, sin presentar propuestas arriesgadas. Podríamos confundir algunos stands con las exhibiciones de las grandes subastadoras de temporada mayo y noviembre en Nueva York.
En relación a esta búsqueda frenética de ventas, se nota una suerte de horror vacui y superposición de obra en los stands: están todos recargados. Lejanas quedan las propuestas minimal, más limpias y más curadas de otras ediciones, o de la hermana feria con sede en Basilea. Esto va acompañado de mucha escultura y objetos que, por momentos, incluso dificultan el paso.
Obras imponentes en Art Basel 2022
Voy a ofrecer una selección arbitraria de mi primer paso por la feria, ya que me encontré con obras realmente imponentes.
Me resultó destacable la presencia de Lucio Fontana. Artista muy fuerte en el mercado internacional: evidentemente, las galerías han tomado nota de este detalle.
Fontana, el autor de Concepto espacial, nació en Argentina y continuó su carrera entre Italia y su país natal. Él se preguntaba qué pasaría si en lugar de un pincel utilizáramos un cuchillo. Y eso fue lo que hizo: afectó el espacio creando una nueva dimensión pictórica. Él quería explorar a la vez la pintura y la escultura. Lograba, con el gesto, algo pictórico: si vemos la tela desde lejos, puede parecer un trazo. Sin embargo, es la violencia y el impulso del artista lo que en realidad deja marca. Creador del espacialismo, es un gran referente en el mercado de subastas global.
Sus lienzos, casi siempre monocromáticos, castigados con tajos, lo hicieron mundialmente famoso. Su récord se marcó en 2015, en Christie’s: USD 29.173.000 por Concetto spaziale, La fine di Dio.
La Galeria Simões de Asis presenta tres obras de marco recortado de calidad museo de Carmelo Arden Quin, de 1945 y 1946.
Este artista uruguayo conoció a Torres García en 1935. En 1937 se instaló en Buenos Aires y en 1945 participó en el Movimiento de Arte Concreto Invención. En 1946 se produce una división entre la Asociación Arte Concreto-Invención y el Grupo Madí. Arden Quin participó en la primera exposición madista internacional en el Ateneo de Montevideo. Estos artistas trabajan obras de marco poligonal, estructuras coplanales: son obras de marco recortado, algo que no se había dado hasta entonces. Un artista de vanguardia. Coleccionistas de fino paladar, atención con estas perlas.
Vibrante obra Zéh Palito en la misma galería: un artista que promueve la relación de mutuo respeto y placer entre seres humanos y la naturaleza, inspirado en la cultura africana y brasilera. Siempre un favorito.
En la galería Karsten Greve nos sacude el alma una pequeña pintura de Giorgio Morandi —seguramente los coleccionistas la sabrán ver— y también lo mejor de la obra de Cy Twombly, un nombre de relevancia en el mercado secundario, defendido por las mas potentes galerias y dealers del mundo.
Disfruté mucho una obra muy importante del uruguayo Rafael Barradas, un homenaje al futurismo italiano que nació en 1909, con grandes exponentes como Marinetti y Carrà. Es un reverencia desde el sur, hecha en 1919, el año en que terminó la revolución del futurismo. (Galería SUR de Uruguay)
En el sector “Positions”, la galería Ruth Benzacar
Por último, y no menos importante, en el sector Positions de Art Basel, espacio destinado a artistas de mediana carrera, se encuentra Ruth Benzacar con la propuesta individual de Carlos Herrera.
Un conjunto de esculturas de pared construidas con hierro, cristal y hueso nos provoca a entrar en el universo del artista; imágenes vinculadas a lo onírico y lo surreal nos ayudan a pensar en la elevación como un gesto de liberación y salida. Sin dudas, una parada obligada de la feria y un gran acierto de Orly Benzacar.
Quedan días para recorrer la feria, y los stands mutarán sus propuestas a partir de las ventas y del humor del coleccionista, siempre exigente.
Lucas Kokogian tiene 15 años de experiencia en el mercado del arte latinoamericano y ahora suma el europeo con dos sedes en Madrid y una en Berlín. Su casa de subasta Azur, en Buenos Aires, es líder en el mercado. Con el mismo nombre abrió una quinta sede en Miami.
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