En una monumental obra de ingeniería, EEUU demolerá cuatro represas en California para restaurar un río

La obra costará 500 millones de dólares y le dará al segundo río más caudaloso del estado la libertad de flujo por primera vez en más de un siglo

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American Rivers explica la importancia de la obra sobre las cuatro represas en California (Twitter: @americanrivers)

Los reguladores estadounidenses aprobaron este jueves el plan sobre la demolición de cuatro represas en un río de California, lo que permitirá la apertura a cientos de kilómetros de un hábitat de salmón.

Esta obra será la más grande del mundo en lo que respecta a demolición y restauración y tendrá un costo aproximado de USD 500 millones.

El proyecto lleva dos años siendo promovido por tribus locales y grupos ambientalistas y obtuvo, tras largas negociaciones, la luz verde. Es por ello que la votación de la Comisión Federal Reguladora de Energía (FERC, sus siglas en inglés) sobre el curso inferior del río Klamath es el último gran obstáculo regulatorio y el mayor hito de la propuesta.

Gracias a esta obra, este río -el segundo más caudaloso del estado de California- obtendrá la libertad de flujo por primera vez en más de un siglo. Además, resultará beneficioso para las tribus nativas -que han sido las principales impulsoras- ya que su forma de vida depende del Klamath y los salmones que en él habitan.

La represa J.C. Boyle Dam
La represa J.C. Boyle Dam desvía agua del río Klamath a una usina río abajo (AP)

La reciente decisión que restaurará la normal vida de estos peces y revivirá este río central para la cultura de las tribus fue calificada de “trascendental” e “histórica” según los comisionados.

“Algunos se preguntarán en esta época de gran necesidad de emisiones cero, ¿por qué eliminamos los diques? Primero, debemos comprender que esto no sucede todos los días... muchos de estos proyectos fueron autorizados hace años, cuando no se daba tanta importancia a los asuntos ambientales”, explicó por su parte Richard Glick, presidente de la FERC. “Algunos de estos proyectos afectan significativamente el ambiente y los peces”, continuó.

En este sentido, Glick mencionó que, en el pasado, la comisión no tenía en cuenta el efecto de los proyectos energéticos sobre las tribus que habitan en la zona, por lo que este fue “un elemento muy importante” en la votación de este jueves.

Los miembros de las tribus yurok, karuk y Hoopa se mantuvieron expectantes durante la sesión, tras dos años de peticiones por una luz verde sobre el proyecto. Encendieron una fogata y siguieron la votación desde un banco de arena remoto en el río a través de un enlace satelital.

Las tribus de la región
Las tribus de la región siguieron de cerca la votación ya que serán los principales beneficiados por la obra

Ya conseguido el aval de los reguladores, ahora resta la aprobación de la solicitud de anulación de la licencia para operar las represas, que será la base del plan de restauración. Las partes que supervisan el proyecto deberán aceptar la transferencia de licencias para poder comenzar con la obra de demolición -que podría comenzar a mediados del año próximo-.

En concreto, el proyecto beneficiará a cerca de 480 kilómetros de hábitat del salmón en el río y sus afluentes, aseguró Amy Souers Kober, vocera de American Rivers, una compañía que monitorea la eliminación de represas y aboga por la restauración de los ríos.

“Este es un hito increíblemente importante”, comentó. “Este proyecto tiene lecciones importantes para el movimiento de conservación de los ríos, y la lección más importante es que lo lideraron las tribus. Gracias a las tribus, se eliminarán los diques y se restaurará el río”, concluyó al respecto.

La votación tuvo lugar en un momento crucial en el que el cambio climático -fruto de los destrozos del ser humano- golpea al oeste de Estados Unidos con sequías prolongadas, comentó Tom Kiernan, presidente de American Rivers. Destacó, también, que el flujo natural del segundo río más caudaloso de California y el normal funcionamiento de sus terrenos inundables y humedales permitirá mitigar los impactos.

“La mejor manera de manejar las inundaciones y sequías crecientes es sanear el sistema fluvial y permitir que funcione”, dijo, a lo que sumó que “en lugar de embalses, donde buena parte del agua se evapora, es mejor permitir que el río fluya y que sus terrenos inundables y humedales filtren el agua y la lleven al depósito subterráneo, donde no se evapora”.

(Con información de AP)

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