Un juez federal de Estados Unidos condenó este jueves a 20 años de prisión a un ciudadano chino que fue declarado culpable de intentar robar secretos comerciales de varias empresas aeronáuticas y aeroespaciales de EEUU, incluido el robo de tecnología patentada de ventiladores de aviones.
El juez Timothy Black de Cincinnati rechazó los argumentos de los abogados de Yanjun Xu de que una sentencia larga era demasiado dura y que los poco menos de cinco años que Xu ha cumplido desde su detención eran un castigo suficiente.
Los fiscales habían pedido una condena de 25 años.
“Este caso envía un mensaje claro: haremos responsable a cualquiera que intente robar secretos comerciales estadounidenses”, dijo Kenneth Parker, fiscal del distrito sur de Ohio, en un comunicado. Se dejó un mensaje a los abogados de Xu en busca de comentarios.
El gobierno alegó que a partir de diciembre de 2013, Xu reclutó a expertos que trabajaban en empresas de aviación, incluyendo GE Aviation en Cincinnati.
Los fiscales federales describieron a Xu como subdirector de división en el Ministerio de Seguridad del Estado chino, la agencia de inteligencia y seguridad del país. En ese puesto, él y otros pagaban estipendios para que los expertos viajaran a China con el pretexto de hacer una presentación en la universidad, dijo el gobierno.
En concreto, el gobierno acusó a Xu de intentar robar tecnología relacionada con el ventilador de motor de avión de material compuesto de GE Aviation, no duplicado por otras empresas, para beneficiar al gobierno chino.
Xu, de 42 años, fue arrestado en Bélgica en 2018 después de viajar allí para reunirse con un empleado de GE en Europa por negocios -el gobierno dice que el empleado no fue acusado- y luego fue extraditado a los Estados Unidos.
Xu fue acusado de conspirar e intentar cometer espionaje económico y robo de secretos comerciales y fue condenado el año pasado por todos los cargos tras un juicio de dos semanas.
La pena impuesta a Xu debe reflejar su actividad y sus esfuerzos en favor de China, según argumentó la fiscalía en un escrito presentado el 8 de noviembre.
“La sentencia debe promover el respeto al estado de derecho entre los innumerables empleados con acceso a los secretos comerciales de las empresas estadounidenses, pero también entre los gobiernos extranjeros que buscan convertir dicha información”, escribieron.
Los abogados de Xu argumentaron que no era un espía, que nunca pidió secretos comerciales y que el caso implicaba el intercambio legal de información comercial. “Instamos al Tribunal a resistirse a las exigencias del gobierno de tratar al Sr. Xu como un ejemplo, como un mensaje para toda una nación”, escribieron en una presentación judicial antes de la sentencia. “Como cualquier otro acusado penal, el Sr. Xu tiene derecho a ser tratado como un individuo, no como una estadística”.
Por Andrew Welsh-Huggins (Associated Press)
Seguir leyendo: