El benzonatato se comercia bajo el nombre de Tessalon y es uno de los medicamentos más recetados por los médicos para mayores de 10 años en casos de resfríos o gripes. Pero hoy, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés), sacó una advertencia acerca de un aumento en los casos de intoxicaciones de menores con esta medicina.
Según un artículo publicado por la revista especializada Pediatrics, los casos de intoxicaciones han ido en aumento de manera consistente desde 2010. Si bien el peor pico (con un crecimiento del 24%) fue entre 2015 y 2016, el hecho sigue en alza y por ende se le debe prestar atención. En estos años se registraron de manera oficial al menos 4.600 casos.
Los casos de intoxicación se dieron en su mayoría porque los menores estuvieron expuestos al medicamento sin control, así como menores que abusaron intencionalmente del consumo. La enorme mayoría eran niños mayores de 10 años.
El benzonatato utilizado de manera irresponsable puede traer consecuencias como paros cardíacos o convulsiones, que en casos extremos pueden ocasionar la muerte del menor. La mayor parte de los casos que se registraron en el país no fueron de gran gravedad, pero la frecuencia con la que se dan es lo que preocupa. El medicamento se vende en capsulas blandas, llamadas perlas, que son fáciles de tragar y que se parecen a un caramelo, por lo que los expertos creen que en algunos casos hayan generado una confusión en niños si tuvieron acceso sin control a la medicación.
La recomendación no es que se deje de recetar este medicamento, pero que los médicos tengan una conversación con los menores y sus padres cuando prescriben las píldoras. Además, el aumento en el número de intoxicaciones con benzonatato va en paralelo con el aumento en las prescripciones de este medicamento. Es probable que los médicos estén indicando el uso de esta medicina con más frecuencia porque otros medicamentos para la tos contienen opiáceos y dada la crisis nacional con estas medicinas se ha desaconsejado su uso.
Pero como siempre en el caso de menores, el rol de los padres es fundamental y ellos deben controlar que no haya abusos en sus hogares. En general, la recomendación siempre es que cualquier medicamento no quede al alcance de los niños y que sea guardado en un área de difícil acceso.
Por último, si el menor tuvo acceso a este medicamento y el niño presenta algún síntoma como convulsiones, temblores o pérdida del conocimiento, buscar ayuda médica de inmediato.
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