No es usual que los residentes de una ciudad elijan endeudarse, pero esto es lo que hicieron los votantes de Miami Beach al votar de manera mayoritaria a favor de una serie de bonos por 159 millones de dólares que la ciudad usará para financiar varios proyectos culturales que van desde la reparación de centros de arte hasta un plan de renovación de la sinfónica, pasando por la reparación total del teatro Byron Carlyle.
No es la primera vez que los residentes de Miami Beach le dicen ‘sí’ a un proyecto de este tipo. Cuatro años atrás votaron para aprobar otra serie de bonos con los que se dedicaron 439 millones de dólares en planes de seguridad para la ciudad.
Lógicamente, este tipo de proyectos tiene un costo para los residentes. Si bien el número exacto se desconoce, se calcula que por cada 100 mil dólares de valores que incurren en impuestos de una persona, habría 21 dólares dedicados a este proyecto.
La mayor parte del dinero se va a invertir en la demolición y reconstrucción del teatro Byron Carlyle, un edificio cerrado en 2019 cuya estructura se inundaba con frecuencia. La reparación de esta estructura, construida en la década del 60, sería más cara que la demolición y la nueva construcción. Según el presupuesto aprobado por la ciudad se destinarían para esto 30.570.000 dólares.
El museo Bass, ubicado sobre la famosa avenida Collins, recibirá 20.100.000 dólares para construir una nueva ala del edificio y remodelar la cafetería para que sea un área tecnológica en la que se puedan realizar eventos.
El edificio de la sinfónica New World recibirá 5.700.000 dólares para renovaciones que incluyen cambios que eviten inundaciones. Del mismo modo, el edificio del Miami City Ballet va a recibir 16 millones de dólares, de los cuales usará 12 millones para renovaciones y guardará 4 millones para un proyecto de viviendas asequibles para trabajadores que ellos están financiando.
Miami Beach lleva años en una campaña activa intentando cambiar su imagen de destino de fiesta para pasar a ser un centro internacional con ofertas culturales de primer nivel.
“Siempre he creído que nos limitamos a nosotros mismos al vendernos como un destino de fiesta. Siempre tendremos las hermosas playas y un gran clima. Pero si a eso le sumamos estos destinos culturales, podemos ser mucho más”, indicaba a la prensa local el alcalde de Miami Beach, Dan Gelber, cuando celebraba que la medida que él apoyó sacó más del 65% de los votos.
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