La ex secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, fue electa este martes con el 58,2% de los votos como gobernadora de Arkansas, convirtiéndose en la primera mujer en dirigir este estado y en la funcionaria de más alto perfil de la administración Trump en un cargo electo.
Sanders derrotó al candidato demócrata Chris Jones en la carrera por la gobernación en su estado natal, predominantemente republicano, donde el ex presidente Donald Trump sigue siendo popular.
Sanders batió récords de recaudación de fondos durante su campaña electoral, que se centró principalmente en cuestiones nacionales. La hija del ex gobernador Mike Huckabee, prometió utilizar el cargo para luchar contra el presidente Joe Biden y la “izquierda radical”.
Sanders reemplaza al gobernador republicano Asa Hutchinson, que dejará el cargo en enero debido a los límites de su mandato.
Hutchinson, que apoyó la candidatura de Sanders, está considerando presentarse a la presidencia en 2024 y se ha enfrentado en varias ocasiones con Donald Trump, quien animó públicamente a la hoy electa gobernadora a postularse en el cargo cuando dejó la Casa Blanca en 2019 para volver a Arkansas.
Sanders era una figura conocida en el estado mucho antes de Trump. Apareció en anuncios para su padre, el ex gobernador Mike Huckabee, y trabajó en sus campañas. Gestionó la del senador John Boozman en 2010 y trabajó como asesora de la del senador Tom Cotton en 2014.
Abandonó brevemente la campaña en septiembre después de someterse a una operación de cáncer de tiroides. Su médico dijo que estaba libre de la enfermedad tras la cirugía.
Durante los casi dos años que Sanders estuvo en la Casa Blanca, redujo las sesiones informativas televisadas diarias después de enfrentarse repetidamente a los periodistas que la cuestionaban de forma agresiva. Tuvo que dar la cara ante preguntas sobre su credibilidad, especialmente después de que el informe del abogado especial Robert Mueller revelara que Sanders admitió haber hecho una afirmación infundada a los periodistas sobre la reacción de los agentes del FBI al despido del director James Comey. Pero también se ganó el respeto de los periodistas trabajando entre bastidores para desarrollar relaciones con los medios de comunicación.
Sanders abrazó la retórica de Trump durante su candidatura a gobernadora y adoptó muchos de sus objetivos favoritos, incluyendo la teoría racial crítica y los medios de comunicación nacionales. Pero evitó criticar a Hutchinson, incluso después de que el ex presidente lo tildara de “republicano solo de nombre” por vetar una ley anti transgénero.
Sanders no ha llegado a coincidir con Trump en que su derrota en las elecciones presidenciales de 2020 fue robada, aunque dijo que el ex presidente tiene derecho a hacer esa afirmación.
Chris Jones, ministro bautista ordenado e ingeniero nuclear, se había presentado ante los votantes como una figura más unificadora que Sanders. Lanzó su campaña con un vídeo que se hizo viral en el que hablaba de la historia de su familia en el estado.
(Con información de The Associated Press)
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