Los estadounidenses votan este martes en unas elecciones de medio término que definirán no sólo a los 435 miembros de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado y a 36 gobernadores, sino también el futuro político del país.
Según la tradición de las elecciones nacionales en Estados Unidos, Los colegios electorales abrirán a las seis o siete de la mañana (hora local) dependiendo del estado, el martes siguiente al primer lunes del mes de noviembre.
En total, están en juego toda la Cámara de Representantes, un tercio del Senado y una serie de cargos de gobernadores y puestos locales. También se celebran referéndums sobre el derecho al aborto en cuatro estados: California, Vermont, Kentucky y Michigan.
La contienda sirve también para una medición de fuerzas adelantada entre el presidente, Joe Biden, y del ex mandatario, Donald Trump, quien en las últimas horas de campaña insinuó una posible candidatura a las presidenciales de 2024.
El presidente demócrata llamó al país a “defender la democracia” poco antes de que su predecesor republicano prometiera un “gran anuncio” la próxima semana, haciendo presagiar una nueva aspiración a la Casa Blanca.
Después de una dura campaña centrada en la inflación, los republicanos confían en poder despojar a Joe Biden de sus mayorías en el Congreso este 8 de noviembre.
“Si quiere poner fin a la destrucción de nuestro país y salvar el sueño americano, debe votar por los republicanos mañana”, afirmó el ex presidente Donald Trump, omnipresente en esta campaña, durante un mitin el lunes por la noche en Ohio, uno de los bastiones industriales del país.
Rodeado de una marea de gorras rojas, el millonario de 76 años anunció que haría “un gran anuncio el martes 15 de noviembre en Mar-a-Lago”, su residencia en Florida, consciente de que una victoria de sus lugartenientes en las urnas este martes podría ofrecerle el trampolín ideal para una candidatura en las elecciones presidenciales de 2024.
Un referéndum
Celebrados dos años después de las presidenciales, estos comicios se convierten en un referéndum de hecho sobre el inquilino de la Casa Blanca.
El partido del presidente rara vez se libra del voto de castigo. Hasta el final, los demócratas de Joe Biden intentaron atraer el voto de la izquierda y del centro diciendo que la oposición republicana es una amenaza para la democracia y los logros sociales, como el derecho al aborto.
“Nuestra democracia está en peligro”, declaró el presidente de 79 años durante un último mitin el lunes por la noche en Maryland, en las afueras de Washington.
Pero la subida de los precios -un 8,2% de media- sigue siendo con diferencia la principal preocupación de los estadounidenses y los esfuerzos de Joe Biden por hacerse pasar por “presidente de la clase media” no parecen haber dado frutos.
Según las encuestas más recientes, la oposición republicana tiene posibilidades de ganar al menos entre 10 y 25 escaños en la cámara baja, más que suficiente para tener mayoría.
Hay menos claridad sobre la suerte que correrá el Senado, pero los republicanos también podrían conseguirlo.
Perder el control de ambas cámaras del Congreso tendría graves consecuencias para el presidente demócrata, que hasta el momento ha dicho que “tiene la intención” de volver a presentarse en 2024, lo que vendría a ser un duelo como el de 2020.
El lunes por la noche, el presidente aseguró ser “optimista” sobre el resultado de la votación, aunque reconoció que mantener el control de la Cámara será “difícil”.
Como señal del interés de los estadounidenses por estas elecciones, más de 43 millones de ellos ya habían votado el lunes por la noche, por voto anticipado o por correspondencia.
Los resultados de algunos de los duelos más reñidos podrían tardar días en anunciarse.
Duelos ajustados
Concretamente, las elecciones intermedias se juegan en un puñado de estados clave, los mismos que en las presidenciales de 2020.
Todos los focos están puestos en Pensilvania, antiguo bastión de la industria siderúrgica, donde el millonario cirujano republicano Mehmet Oz, apoyado por Donald Trump, se enfrenta al ex alcalde demócrata de una pequeña localidad, John Fetterman, por el puesto más disputado del Senado.
Porque de este escaño depende muy posiblemente el equilibrio de poderes de la cámara alta, con un poder inmenso.
Como en 2020, Georgia también acapara la atención. El demócrata Raphael Warnock, el primer senador negro elegido en este estado sureño con un fuerte pasado segregacionista, intenta ser reelegido frente a Herschel Walker, un ex deportista afroestadounidense, respaldado por el ex presidente.
Arizona, Ohio, Nevada, Wisconsin y Carolina del Norte también son escenario de luchas entre los demócratas y candidatos de Donald Trump, que juran lealtad absoluta al antiguo inquilino de la Casa Blanca.
Unos duelos a golpe de cientos de millones de dólares que convirtieron estas elecciones de medio mandato en las más caras de la historia de Estados Unidos.
(Con información de AFP)
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