Joe Biden instó a los estadounidenses a “defender la democracia”, por última vez antes de unas elecciones legislativas que podrían reducirlo a la impotencia política al tiempo que allanan el camino para su rival Donald Trump con vistas a 2024.
“Este es el momento de defender la democracia”, dijo el lunes el presidente de Estados Unidos.
“Nuestra democracia está en peligro”, aseguró, en un momento en el que los candidatos republicanos de las elecciones de medio mandato amenazan con infligirle una derrota.
“Ahí estaremos”, agregó el demócrata de 79 años, en una universidad de Maryland, en las afueras de Washington, con muchos afroestadounidenses entre el alumnado.
Biden fue elegido en gran parte gracias al apoyo de la comunidad afroestadounidense, a la que ha intentado movilizar de nuevo en los últimos días.
Ante un público generalmente entusiasta -con la excepción de unos cuantos opositores ruidosos rápidamente expulsados- Biden describió a los republicanos como el partido que “quiere deshacerse” de los avances sociales iniciados bajo su mandato.
El mandatario, advirtió que los republicanos “desharán todo lo logrado” durante su gobierno si consiguen la mayoría en el Congreso, y recalcó que los comicios de este martes no son un referéndum a su gestión sino el momento de decidir entre “dos visiones” del país.
“Nuestras vidas van a estar marcadas por lo que suceda el próximo año”, dijo Biden en su último acto de campaña, en el que avisó también de que si los republicanos pretenden sacar adelante una prohibición nacional del aborto, él vetará esa ley.
Los estadounidenses acuden a las urnas para renovar los 435 escaños de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, además de elegir a gobernadores y numerosos cargos locales.
Los republicanos confían en tomar el control del Congreso, es decir, no solo de la Cámara de Representantes, que es lo que suele ocurrir en elecciones de mitad de mandato en las que se sanciona al partido en el poder, sino del Senado, donde los demócratas de Biden solo disponen de una mayoría de un voto, el de la vicepresidenta Kamala Harris.
Kevin McCarthy, posible futuro jefe de filas de los republicanos en la Cámara de Representantes, ya contempló el lunes en CNN el lanzamiento de investigaciones sobre la gestión de Joe Biden, desde la retirada de Afganistán hasta la gestión de la pandemia de COVID-19. Tampoco descarta un eventual procedimiento de destitución.
Además reiteró que no hará un cheque en blanco a Ucrania si su partido obtiene la mayoría en los comicios.
Pero la Casa Blanca insistió en que el apoyo de Estados Unidos a Ucrania es “inquebrantable”, independientemente del resultado electoral.
Voto sanción
Históricamente las elecciones de mitad de mandato se convierten en un referéndum sobre el inquilino de la Casa Blanca, que casi nunca se libra del castigo.
Si los demócratas sufren una derrota, el Congreso quedará en manos de la oposición cuando aún le quedan a Biden dos años de gobierno.
Frente a la eficacia de una campaña republicana centrada en la inflación galopante, los demócratas intentaron insistir en los últimos días en las reformas lanzadas por Biden, como la reducción de los precios de los medicamentos con receta, el aumento de la fabricación de microchips y las inversiones récord en infraestructuras, pero los estadounidenses tardarán años en notar los efectos.
Consciente de ello Biden tuiteó este lunes: “Haré lo que haga falta para bajar la inflación”.
Más de 42 millones de estadounidenses ya votaron por adelantado, superando el nivel de las elecciones legislativas de 2018, según el US Elections Project.
(Con información de EFE y AFP)
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