Allison Fluke-Ekren, de 42 años, era una maestra que hablaba fluidamente cuatro idiomas en su Kansas natal, cuya relación con sus hijos era muy cercana. Pero a comienzos de la década del 2010 se mudó a Medio Oriente para trabajar como docente y surgió la denominada “primavera árabe”, que según han declarado amigos de la mujer en corte, tuvo un gran impacto en su persona. Fluke-Ekren se radicalizó y se casó con un alto representante del grupo terrorista ISIS en Siria, convirtiéndose en una entrenadora de terroristas. De ser una madre cercana a sus hijos, se convirtió en lo que ellos mismos denominan como un monstruo.
Según los récords en la corte federal de los Estados Unidos, Fluke-Ekren es responsable de haber coordinado un batallón de mujeres (algunas de tan solo 10 años de edad) para ISIS y de planear al menos seis atentados en los Estados Unidos. Por estos cargos fue arrestada en Siria el año pasado y extraditada a su país natal.
En junio de este año la mujer se declaró culpable de expresar interés en querer ejecutar al menos seis ataques terroristas en diversos puntos de los Estados Unidos entre los años 2014 y 2017.
De acuerdo con cartas enviadas a la corte por sus hijos, que ya son mayores de edad pero cuya identidad se mantiene preservada, la mujer los obligó a mudarse al Medio Oriente y allí se convirtió en un monstruo que abusaba física, mental y sexualmente de ellos.
“Mi madre es un monstruo que disfruta torturar a niños para su placer sexual. Mi madre es un monstruo con técnicas de manipulación excepcionales y con la capacidad de controlar sus emociones para su beneficio personal. Mi madre es un monstruo que no ama a sus hijos, sin excusas para sus acciones”, escribió su hijo, quien también contó que la mujer abusaba físicamente de él cuando era un niño.
Su hija, por su lado, declaró en corte que su madre la había obligado a casarse con un soldado de ISIS a los 13 años de edad, sabiendo que el hombre la violaba de manera constante.
Fluke-Ekren entrenó a más de 100 mujeres, incluidas niñas, en su propio batallón femenino de ISIS. El entrenamiento incluía el uso de armas automáticas, granadas y cinturones explosivos para ataques suicidas, tal como indican los documentos del Departamento de Justicia.
“Allison Fluke-Ekren lavó el cerebro de estas mujeres para convertirlas en asesinas. Impuso un mapa de terror, exponiendo a sus propios hijos a los horrores más profundos con crueldad física, psicológica, emocional y abusando sexualmente de ellos”, indican los documentos en la corte.
Los fiscales del Departamento de Justicia indicaron que la sentencia de 20 años de prisión no es suficiente para los horrores cometidos por esta mujer.
“Veinte años de prisión no son suficientes como sentencia para sus monstruosos actos de terror y el daño irreparable que ha hecho a tantos en el mundo, incluidos sus propios hijos”, indicaron en un comunicado desde el Departamento de Justicia, donde explicaron que dadas las restricciones legales por tratarse de un acuerdo, esta era la máxima sentencia que le podían dar.
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