La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció este miércoles una nueva suba en la tasa de interés. En esta oportunidad, la sexta en lo que va del 2022, se aumentó un 0,75%.
Esta estrategia de alzas comenzó a aplicarse en marzo de este año, en un intento por controlar la inflación -la más alta en 40 años- y la suba de precios, tras la pandemia del coronavirus y en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania.
El banco central estadounidense cumplió con las expectativas de los economistas y la tasa de interés oficial de la mayor economía del mundo pasa a situarse en una horquilla de entre el 3,75% y el 4 por ciento, el nivel más alto desde 2007. Sin embargo, tras este último anuncio, miembros de la entidad señalaron que permanecen “muy atentos a los riesgos de la inflación”, por lo que las futuras alzas serán en pasos más pequeños y tendrán en cuenta en qué medida dicho endurecimiento “afecta a la actividad económica y la inflación” así como “a la evolución económica y financiera”.
Según expertos, para diciembre podría esperarse una suba del 0,50 por ciento aunque, tras la reunión de la entidad que tuvo lugar esta semana, Jerome Powell advirtió que el techo que pueden alcanzar los tipos de interés en el país será más alto de lo esperado, a la vista de los datos económicos actuales. “Los datos recibidos desde nuestra última reunión sugieren que el nivel final de los tipos de interés será más alto de lo esperado anteriormente”, lo que pone en duda la voluntad de cerrar el año con una tasa de interés del 4,4 por ciento que se había manifestado tras el encuentro de septiembre.
En el comunicado de este miércoles, la entidad anunció, también, que continuarán con esta política de afinar la tasa de los fondos federales hasta un nivel lo “suficientemente restrictivo” que permita “devolver la inflación al 2% en el tiempo”. “Los aumentos continuos en el rango objetivo serán apropiados”, dijo el banco central estadounidense. Estos anuncios, sin embargo, no fueron una novedad ya que en septiembre, tras conocerse la suba de tres cuartos puntos porcentuales, el presidente de la Fed había adelantado que lo adecuado es seguir haciendo “más aumentos de tipos de interés en el futuro” hasta que la inflación esté controlada y que “en algún momento, a medida que la postura de la política monetaria se endurezca aún más, será adecuado reducir el ritmo de los aumentos”.
En tanto, según sugieren las cifras informadas este miércoles, aún se está lejos de alcanzar la “terminal rate”, es decir la tasa máxima hasta la que se está dispuesto a llegar, ya que no se ha conseguido bajar la inflación a los niveles esperados.
Las provisiones para 2023 prevén una tasa del 4,6% y una posterior baja de la misma en el 2025, que le permitirá situarse en el 2,9% para finales de año. Sin embargo, estas estimaciones no son representativas de una hoja de ruta ya que el banco central dependerá de la evolución de la economía.
Según los últimos datos publicados hace dos semanas por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés), la tasa de inflación interanual bajó por tercera vez consecutiva en el noveno mes del año y se situó en el 8,2 por ciento, aunque los precios de consumo subieron cuatro décimas mensualmente.
Tras el anuncio, Powell brindará una conferencia de prensa esta tarde a fin de ofrecer más detalles de los planes y las perspectivas del banco. Esta suba se da a menos de una semana de las elecciones intermedias el próximo martes 8 de noviembre y tras la reunión de política monetaria de la entidad.
(Con información de EFE y Reuters)
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