La Reserva Federal estadounidense (Fed) concluyó este miércoles su reunión de política monetaria y se espera que anuncie una subida de los tipos de interés, la sexta consecutiva, que los mercados creen que será de 75 puntos básicos, como la vez anterior.
Según los expertos, la subida volverá a ser del 0,75 % y con ello el banco central estadounidense encadenará seis alzas consecutivas desde marzo, cuando el regulador decidió comenzar a actuar para frenar la subida de precios iniciada como consecuencia de la pandemia y los fallos de la cadena de suministro global.
Si las previsiones se cumplen, la tasa de interés oficial de la mayor economía del mundo pasará a situarse así en una horquilla de entre el 3,75 % y el 4 %, un nivel no visto desde 2007.
En la reunión de septiembre, el presidente de la Fed, Jerome Powell, ya avanzó que lo adecuado es seguir haciendo “más aumentos de tipos de interés en el futuro”, hasta que la inflación esté controlada y que “en algún momento, a medida que la postura de la política monetaria se endurezca aún más, será adecuado reducir el ritmo de los aumentos”.
Pero todo parece indicar que el conocido como “terminal rate”, la tasa de interés máxima hasta la que se está dispuesto a llegar, está todavía lejos de alcanzarse ya que la inflación aún no ha bajado notablemente.
Según los últimos datos publicados hace dos semanas por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés), la tasa de inflación interanual bajó por tercera vez consecutiva en septiembre y se situó en el 8,2 %, aunque los precios de consumo subieron cuatro décimas mensualmente.
Tras la reunión de la Fed de septiembre, el propio regulador develó sus previsiones económicas que contemplan, entre otras cosas, una tasa de interés del 4,4 % para finales de 2022.
Para finales de 2023 prevén que los tipos suban ligeramente, hasta el 4,6 %, para después bajar al 2,9 % a finales de 2025.
Estas estimaciones no representan una hoja de ruta, ya que las decisiones del banco central dependerán de la evolución de la economía y de los efectos que la vuelta a una política monetaria más restrictiva tengan sobre la inflación.
Creada en 1913, la Fed opera como un banco central en Estados Unidos. Su principal órgano es la Junta de Gobernadores, compuesta por siete miembros nominados por el presidente del país y confirmados por el Senado. También hay otras 12 Fed en otras tantas regiones de Estados Unidos para vigilar las economías locales y a sus bancos.
El encargado de decidir si se suben o no los tipos es el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en inglés), que está formado por los siete miembros de la Junta de Gobernadores, el presidente de la Fed de Nueva York y otros cuatro presidentes de Fed regionales que se van rotando cada año.
Estos se reúnen unas ocho veces por año para discutir sobre la política monetaria del país, aunque las reuniones pueden aumentarse si la situación lo requiere.
(Con información de EFE)
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