El Museo del Holocausto de Los Ángeles reveló este miércoles que es víctima de una ola de mensajes antisemitas luego de que el rapero Kanye West emitiera discursos de odio sobre la comunidad judía y rechazara una oferta de una visita privada a este museo.
A pesar de sus repudiables comentarios en redes sociales el pasado 8 de octubre, la directora general del Museo del Holocausto de Los Ángeles, Beth Kean, le ofreció a West un tour privado por la institución con la esperanza de que cambiara sus opiniones. “Sabemos que la educación es el mayor catalizador del cambio. Cuando los estudiantes y los visitantes vienen al museo, si entran como espectadores, salen como defensores. Lo sabemos”, dijo Kean, según informó la cadena CBS.
El músico estadounidense rechazó la invitación en un podcast y desde entonces, según Kean, las redes sociales del museo se han llenado de mensajes antisemitas. “Creo que Kanye tiene más del doble de seguidores en Twitter que los judíos que viven en este mundo”, dijo Kean. “Gente como Kanye tiene una plataforma enorme, tiene más de 30 millones de seguidores en Twitter y tiene que entender que tiene que usar sus palabras para inspirar y no para incitar y no para perpetuar el odio y las mentiras y el antisemitismo”.
Kanye West lleva semanas en el ojo de la tormenta por su postura. Desafiante, fiel a su estilo, el rapero se niega a recapacitar y cesar con sus dichos. Y es casualmente esta actitud la que lo llevó a perder importantes contratos con marcas. Días atrás se conoció que la lujosa Balenciaga puso fin a sus trabajos conjuntos, a tan solo semanas de que West desfilara en el Paris Fashion Week con sus prendas. También, la agencia encargada de representarlo, CAA, tomó distancia.
El martes Adidas dio por finalizado de inmediato un importante contrato y, así, West dio por finalizada su etapa como multimillonario. La marca de ropa deportiva había intentado mantenerse al margen de la cuestión pero un hecho ocurrido el fin de semana obligó a los directivos a tomar acción al respecto. Un grupo de supremacistas blancos escribió en un cartel en plena carretera de Los Ángeles “Kanye tiene razón sobre los judíos”.
Y, más allá de los efectos directos que la ola de racismo está teniendo sobre West, el repudio al rapero está llegando a las más altas esferas de Hollywood. La productora MRC decretó el lunes que no proyectará un documental que ya estaba grabado y listo para presentarse. Es decir, West no solo está bloqueado de Twitter y de Instagram sino que, también, quedó excluido de las pantallas.
West ha reconocido que sufre de trastorno bipolar, pero las instituciones sostienen que la enfermedad mental no es excusa para los discursos de odio.
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