La familia de George Floyd, el afroamericano asesinado por un policía en Mineápolis (EEUU) en 2020, anunció este martes una demanda por difamación contra el rapero Kanye West, al que reclama 250 millones de dólares por decir que la causa de su muerte fue el consumo de fentanilo y no la violencia policial.
La demanda llega después de que West dijera en una entrevista en el podcast Drink Champs que Floyd falleció por consumo de fentanilo y no por la asfixia que le provocó el policía Derek Chauvin, quien hincó su rodilla sobre el cuello de la víctima durante más de nueve minutos, como confirmó la autopsia y la sentencia judicial que condenó al agente.
El rapero, que arrastra una temporada de comportamientos erráticos y provocaciones constantes, hizo suya la teoría de la comentarista conservadora Candace Owens, muy popular en los foros de extrema derecha estadounidenses.
“Nuestra oficina representa a la hija del señor Floyd y a su madre. Como podrá esperar, nuestros clientes están muy heridos por sus alegaciones. La causa de muerte del señor Floyd está bien aclarada a través de las pruebas presentadas en los juzgados”, indica un comunicado difundido por el bufete de abogados Witherspoon Law Group.
Durante el juicio por la muerte de Floyd, el médico que realizó la autopsia indicó que los problemas cardíacos de la víctima y su consumo de fentanilo fueron agravantes para el fatal desenlace, aunque el principal motivo de la muerte fue la asfixia causada por el policía.
Chauvin, el policía que puso su pierna en el cuello de Floyd mientras el hombre gritaba que no podía respirar, fue condenado a 22 años de prisión por homicidio en junio de 2021 y a otros 20 más tras declararse culpable por uso excesivo de fuerza y discriminación. Ambas condenas pueden cumplirse de manera simultánea.
El policía detuvo a Floyd el 25 de mayo de 2020 después de que un dependiente lo acusara de intentar pagar una caja de tabaco con un billete falso. Su detención y muerte fue grabada por varios paseantes y difundida en internet, lo que propició una ola de protestas en todo EEUU contra la violencia y discriminación policial bajo el lema “Black Lives Matter”.
West ha sido durante mucho tiempo una de las figuras más polémicas de la industria del entretenimiento. Pero sus más recientes acciones, que incluyen comentarios antisemitas y mensajes de supremacía blanca, han alejado a fanáticos y socios comerciales por igual.
Es otro capítulo difícil para el rapero y magnate de la moda que una vez fue aclamado como un genio artístico, pero cuyo terco inconformismo lo ha hecho llevar la libertad de expresión al límite.
Durante la última Semana de la Moda de París, la estrella afroestadounidense, también conocida como “Ye”, lució un camiseta con la frase “White Lives Matter” (“La vida de los blancos importa”), una distorsión del famoso lema “Black Lives Matter”, símbolo de las protestas antirracistas de 2020 en Estados Unidos.
Unos días más tarde, sus cuentas de Instagram y Twitter fueron suspendidas tras la publicación de mensajes considerados antisemitas, que hacían referencia a teorías de la conspiración sobre la supuesta influencia de la comunidad judía.
“Te voy a usar como ejemplo para mostrarle a las personas judías que te dijeron que me llamaras que no hay nadie que pueda amenazarme o influenciarme”, escribió West en un intercambio con el rapero Diddy, que criticó su camiseta.
Numerosas celebridades denunciaron sus comentarios, que fomentan “el odio hacia los judíos”, según el Comité Judío Estadounidense (AJC, por sus siglas en inglés).
Tras el escándalo que generó con su camiseta, West dio una entrevista a Fox News, la cadena favorita de los conservadores.
La entrevista, de por sí controversial, se volvió aún más polémica luego de que el medio Vice publicara extractos inéditos en los que el rapero realizaba declaraciones ligadas a teorías conspirativas racistas.
Esta semana, un productor del programa The Shop: Uninterrupted, protagonizado por la estrella del baloncesto LeBron James, dijo que no quería emitir el episodio en el que aparecía West porque lo había utilizado para “repetir un discurso de odio”.
El artista, que ya había puesto fin de forma abrupta a su colaboración con Gap en septiembre, ha visto cuestionada su asociación con Adidas, que evoca la necesidad de un “respeto mutuo y (de) valores compartidos” algunos días después de la polémica de “White Lives Matters”, sin mencionar directamente el incidente.
Estas últimas controversias se suman a una larga lista que de a poco opaca su talento.
(Con información EFE y AFP)
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