La Bolsa de Nueva York cerró este martes con un fuerte aumento, continuando con el rebote de ayer, cuando, tras un calamitoso mes de septiembre, los índices tuvieron un gran comienzo en octubre el lunes.
El Nasdaq subió 3,3% mientras que el Dow Jones trepó 2,8 por ciento. En tanto, el S&P 500 subió un 3,1 por ciento. El índice de referencia ha estado subiendo desde que tocó su punto más bajo del año el viernes para cerrar una caída en septiembre. Otros grandes índices estadounidenses también cerraron al alza.
Los rendimientos del Tesoro siguieron retrocediendo desde sus máximos de varios años. Los mercados europeos también registraron fuertes ganancias. El mercado australiano subió un 3,8% durante la noche después de que el banco central de ese país realizara una subida de los tipos de interés menor que las anteriores.
Por su parte, los mercados de la zona euro se dispararon este martes con la esperanza de que los bancos centrales puedan disminuir las subidas de tipos de interés, con Frankfurt y París subiendo más de un tres por ciento.
Fuera de la eurozona, el índice FTSE 100 de Londres (el índice bursátil de referencia de la Bolsa de Valores de la capital británica) subió un dos por ciento.
Los precios de las acciones en la Bolsa de Valores de Nueva York registraron el lunes su mejor jornada en meses luego de que la caída en los rendimientos de los bonos alivió parte de la presión que ha estado azotando a los mercados.
El incremento del 2,6% en el S&P 500 fue el más alto desde julio, la variación más reciente en un mercado oscilante que ha estado en su mayor parte a la baja este año ante las preocupaciones de que se desate una recesión global. El principal indicador del estado de salud de Wall Street venía de su peor mes desde que el coronavirus descalabró los mercados en los primeros meses de 2020, y aún registra pérdidas de casi el 23% en lo que va del año.
El promedio industrial Dow Jones sumó 2,7% y el compuesto Nasdaq avanzó 2,3% durante la jornada del lunes, en donde la gran mayoría de las acciones cerraron al alza.
Parte del respiro llegó con la caída en los rendimientos del Tesoro, que han estado subiendo a una velocidad que ha estremecido a los mercados durante la mayor parte del año. El rendimiento del bono a 10 años cayó de 3,83% a 3,64%. La semana pasada llegó a ubicarse en 4% luego de iniciar el año en apenas 1,51%.
Un informe sobre la manufactura estadounidense que mostró resultados por debajo de las expectativas contribuyó al alza de los mercados, así como datos que muestran un descenso en los avisos para construcciones nuevas. Aunque eso pudiera parecer desalentador para la economía, también podría significar que la Reserva Federal no tendrá que ser tan enérgica en sus incrementos a las tasas de interés para controlar la elevada inflación.
Al aumentar las tasas, la Fed hace que sea más costoso comprar a crédito una casa, un automóvil o casi todo lo demás. La esperanza es desacelerar la economía apenas lo suficiente para reducir el número de compras y por lo tanto desalentar la inflación. Pero, si va demasiado lejos, el banco central también corre el riesgo de provocar una recesión.
La Fed ya ha incrementado su tasa clave de interés a un rango de entre 3% y 3,25% luego de que apenas en marzo estaba prácticamente en cero. La mayoría de los corredores prevén que se encuentre más de un punto porcentual por encima de ese rango al comenzar el próximo año.
Sin embargo, el mercado sigue estando sujeto a diversos tipos de fuerzas, y los analistas anticipan que siga habiendo una marcada volatilidad en los precios.
Los precios del crudo subieron el lunes ante las especulaciones de que los principales países productores de petróleo podrían anunciar un recorte a la producción en próximas fechas, lo cual añade una presión alcista sobre la inflación.
(Con información de AFP y AP)
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