Fort Myers: un paraíso convertido en ruinas por el huracán Ian

Otros ciclones pasaron por esta ciudad del condado de Lee, pero ninguno —ni siquiera el devastador Charley— causó la magnitud de devastación que se ve hoy. En cuestión de horas, la mayor parte de las instalaciones de la playa desapareció en la tormenta. Videos impactantes

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Captura cámara web en Fort Myers todo el día en timelapse muestra el avance de la impresionante marejada ciclónica que avanza en la ciudad (Video: Brennan Prill)

En la carretera I-75 hay un camión con acoplado volcado, sus 18 ruedas al aire. En un trailer park completamente anegado, una de las casas precarias muestra su sala decorada con escombros: se le ha volado el techo y una pared entera. La carretera elevada a Sanibel ha perdido un segmento. Hay embarcaciones encalladas en las entradas de edificios alejados de la costa; una ha quedado encima de una camioneta. El primer piso de un centro comercial se limita a sus cimientos a la vista. El muelle es una serie de palotes que dibujan una T sobre el agua.

Así está Fort Myers en la actualidad.

Apenas el martes 27 era un paraíso de las actividades al aire libre, “todo diversión y juegos”, como dice su web turística. Pero el miércoles 28 la localidad recibió de lleno el impacto de Ian como un huracán de categoría 4. El enorme tamaño del ciclón, 500 millas de diámetro (800 kilómetros, bastante más que los 582 de ancho de la Florida), y sus vientos de 150 millas (241 kilómetros) por hora le otorgaron una capacidad destructiva única. Pero, además, Ian avanzó sin apuro, tomándose su tiempo en destrozar todo a su paso de 9 millas (14 kilómetros) por hora.

Esto muestra principalmente Hickory Blvd en Bonita Springs. El video comienza cerca del puente de Bonita Beach Road y termina mostrando Estero Island/Ft Myers Beach (Video: 7Skyforce / WSVN 7 News Miami)

Mientras Ian atormentaba a la población de Carolina del Sur, donde volvió a golpear el viernes 30, la vista del sol entre nubes plácidas parecía completamente siniestra en las ruinas de Fort Myers. La gente comenzó a evaluar los daños y muchos se encontraron con que literalmente no tenían un hogar al que regresar. La cantidad de personas con paradero desconocido seguía indeterminada, pero la proporción entre 700 rescatados y 21 muertos era sombría en la Florida.

Marc Taglieri contó al medio local The News Press (parte del grupo de USA Today) que fue a ver qué había quedado de su casa, ubicada muy cerca del Golfo, en la playa. Si bien la construcción era de 1950, y había soportado otros ciclones, esperaba lo peor. Pero no llegó a verla: por el camino, en una zanja, vio un automóvil lleno de agua hasta la mitad, y otros vecinos a su alrededor. Acababan de sacar a un hombre del vehículo, y yacía en el suelo, inmóvil.

El condado de Lee, Florida, sufrió algunos de los peores daños causados por el huracán Ian. El meteorólogo Mike Seidel muestra las tremendas secuelas de la tormenta en Fort Myers (The Weather Channel)

“Era un hombre de unos 60 años, probablemente”, dijo. “Hemos tenido muchas tormentas pero nunca vimos algo así. Realmente me anticipó lo que vería a continuación. Ver que alguien trató de salvarse y no pudo fue un duro golpe de realidad. Estoy seguro que es el hermano de alguien, el padre de alguien, el primo, el hijo, y su familia no tenía idea en ese momento de lo que le había sucedido”.

Tras el impacto del ojo de Ian en tierra, Janelle Thil debió salir nadando de su apartamento, tras abrir una ventana y pasarle sus perros a un vecino que logró ponerlos a salvo, contó a la agencia AFP. La mujer de 42 años vio cómo el agua subía y subía, y llegaba hasta el techo de lo que había sido su dormitorio.

Con el doble de edad, Marion Burkholder no se animó a nadar, y aceptó el ofrecimiento de su vecino, que le hizo un lugar en el bote instalado en su porche, contó a The New York Times. Pronto el agua los puso a flotar, y gracias a eso pudieron sobrevivir.

Devastación completa en Time Square en Fort Myers Beach tras Ian (Video: Bobby Pratt)

“Fue horrible, no terminaba más”, dijo al New York Post Gavin Oihus, un residente de 60 años. “En el momento en que uno pensaba que venía un respiro, volvía a empezar. Nunca, nunca sentí ráfagas de viento como las que tuvimos”. Él estuvo en Florida cuando pasaron Andrew, Charley e Irma, pero ninguno lo preparó para Ian: “Nunca vi un huracán tan catastrófico”.

The News Press contó la perspectiva de dos hermanos, Mitch y Mike Stough, que se refugiaron en el tercer piso del Estero Island Beach Club, donde trabajaba uno de ellos. “Nuestro auto salió volando”, recordó Mitch la visión desde la ventana. Poco después la calle, Estero Blvd, era un río de corriente caudalosa.

Al cabo de un tiempo que parecía estirarse y estirarse, los hermanos empezaron a ver otras cosas: “La tienda 7-Eleven ha desaparecido. El sports bar The Whale ha desaparecido. Todos los restaurantes han desaparecido”, describió Mitch. “Todo Times Square ha desaparecido. Es tierra arrasada”.

Los caminos de Fort Myers están plagados de lanchas, yates y motos acuáticas, después tras el paso del huracán Ian que azotó la ciudad costera el miércoles como una tormenta de categoría 4, dejándola diezmada e irreconocible

Luego de producir la tercera marejada ciclónica más alta de la historia de los Cayos de la Florida e inundar las calles de Naples con crecidas de hasta 5 pies (1,5 metros), los vientos destructivos de Ian golpearon brutalmente Cayo Costa primero (donde afectó las poblaciones en las islas de Sanibel y Captiva) y luego Punta Gorda (al norte de Ft Myers). El huracán borró la faz conocida de la playa de Fort Myers y las islas de barrera del condado de Lee.

El nivel del mar llegó 7 pies (2,1 metros) por encima de la marca alta promedio. La marejada ciclónica trepó hasta 12 pies (3,6 metros).

En ese momento comenzaron a sonar las líneas de emergencia: “Sabemos que hay personas en zonas de alto riesgo que no evacuaron”, observaron las autoridades del condado. “Algunas ya llamaron, y se está haciendo una lista y se los auxiliará cuando las condiciones lo permitan”.

Hice un recorrido aéreo por la playa de Fort Myers. La mayor parte tendrá que ser completamente reconstruida, dijo Jared Moskowitz, candidato a la Cámara de Representantes de EE. UU., FL-23

Dan Allers, del consejo en Fort Myers Beach, dijo a CNN que, si bien nunca se hizo ilusiones sobre la tormenta, tampoco anticipó lo sucedido. Desaparecieron comercios que identificaron a la comunidad durante décadas. Desaparecieron casas, pero no solamente las de construcción americana de paredes huecas: “Casas de ladrillo, casas sobre pilotes. Es una devastación total”.

A diferencia de él, el matrimonio de Jane y Robert Negrin sí alentaó fantasías que los pintaban fuera de peligro: se convencieron de que la tormenta golpearía más al norte. Ambos son adultos mayores y habían enfrentado otros ciclones. Estaban listos, creyeron. Cuando comprendieron su error, dijeron al New York Post, ya era tarde para evacuar.

Se resguardaron entonces en su apartamento, en un piso 24 sobre el río Caloosahatchee River. Pero el edificio, una inmensa construcción de concreto, comenzó a temblar cuando el huracán lo golpeó una y otra vez. “Se balanceaba”, dijo Robert. Previendo que faltarían servicios públicos, llenaron la bañadera: “El agua se agitaba, salpicaba”, agregó.

Huracán Ian - Fort Myers, Florida

El pastor James Macon, de River Church, vive en la comunidad desde 1982. “No encuentro las palabras”, le dijo a BBC. “Nunca vi algo así en todos mis años en la Florida”. La agencia británica también consultó a otro residente veterano, Patrick Hallquist: “Estuve en varios huracanes y esta es la peor marejada ciclónica que vi en mi vida”.

El meteorólogo Brandon Miller, de CNN, comparó la llegada de Ian a la de Charley en 2004: fueron las tormentas más violentas en golpear la costa oeste del estado, con vientos de 155 millas (248 kilómetros) por hora. Charley, que históricamente sigue a Andrew (1992) por sus características, tocó tierra muy cerca del lugar donde lo hizo Ian, en Captiva Island, y desde allí avanzó también a Punta Gorda. Siguió en dirección nor-noreste devastando ciudades como Port Charlotte, Cleveland y Sebring. Dejó 15 muertos y atravesó el centro y el este de Orlando.

Pero Ian “es mucho, mucho, mucho más grave que Charley”, dijo Ron DeSantis, gobernador de la Florida. Su pedido de declaración federal de “desastre grave” fue cumplido de inmediato por el gobierno de Joe Biden. Nadie dudó sobre la magnitud del fenómeno.

El popular muelle de Fort Myers quedó en la desnudez de su estructura, como buena parte de la playa.
El popular muelle de Fort Myers quedó en la desnudez de su estructura, como buena parte de la playa.

Nick Underwood, ingeniero de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) que explora el interior de las tormentas, dijo sobre el vuelo que realizó dentro de Ian: “Fue el peor de mi vida”. Nunca había visto “tanta actividad eléctrica en el ojo de un huracán”.

Los daños que se esperaban fueron superados por la realidad. Algunas casas de Fort Myers fueron tragadas por el golfo de México y sólo los rectángulos que marcan sus bordes, ahora que el agua se ha retirado, prueban que alguna vez estuvieron allí. De los 2,6 millones de personas sin electricidad en la Florida, 1,5 se encuentran en el condado de Lee, donde está Fort Myers, y sus vecinos. Los refugios funcionan a pleno y los rescatistas ya comenzaron sus tareas. Hay personas llevadas de regreso a la seguridad y también hay personas muertas.

Con los caminos bloqueados por los restos de cosas, la isla de Sanibel aislada por su puente mutilado, las señales de tránsito caídas y tapadas por la arena, el barro en todas partes —en las calles, en el interior de las casas—, Fort Myers enfrenta un camino largo hasta su recuperación.

Así quedó la marina Getaway en Fort Myers Beach por el huracán Ian. (AP Photo/Rebecca Blackwell)
Así quedó la marina Getaway en Fort Myers Beach por el huracán Ian. (AP Photo/Rebecca Blackwell)

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