El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, se pronunció luego de las fugas que se detectaron en los gasoductos rusos Nord Stream 1 y Nord Stream 2 y ofreció su apoyo a Europa para hacer frente al hecho, en la previa del invierno.
Sobre las causas de las filtraciones, desde Washington afirmaron que no especularían al respecto y que “nuestros socios europeos lo están investigando. Estamos listos para ayudarlos en esos esfuerzos”.
“Las fugas están bajo investigación. Los informes iniciales indican que pueden ser resultado de un ataque o de algún tipo de sabotaje, pero todavía no lo hemos podido confirmar”, afirmó Blinken en una rueda de prensa de la que participó también su homólogo indio, Subrahmanyam Jaishankar.
Múltiples líderes europeos han apuntado a la posibilidad de que se trate de un sabotaje. Según el diario alemán Tagesspiegel, hay información procedente de círculos de seguridad locales que se basaría en una serie de indicios para afirmar que los dos gasoductos fueron dañados deliberadamente.
También, barajan la posibilidad de que sea obra de fuerzas ucranianas o relacionadas a ellas; incluso, se contempla una operación de “falsa bandera” por parte de Rusia, a fin de generar más incertidumbre y, posiblemente, provocar un nuevo alza en el precio del gas.
Sin embargo, el Secretario hizo énfasis en que un ataque adrede esto “no beneficia a nadie, ni a Occidente ni a Rusia”.
A pesar de la ayuda ofrecida, no se espera que las fugas tengan un impacto significativo en la resiliencia energética de Europa que, desde hace meses, está aprovisionandose de gas alternativo al suministrado por Rusia a raíz de las sanciones impuestas por la invasión a Ucrania.
En línea con esto, el máximo representante diplomático estadounidense remarcó su compromiso por trabajar “día a día” para garantizar la seguridad energética en el Viejo Continente, algo que calificó de “fundamental”. Entre los esfuerzos de Estados Unidos, destacó el aumento de las exportaciones de crudo y gas natural licuado a los países europeos, como sustituto a los envíos de Moscú.
En el marco de dichos acuerdos de trabajo conjunto, Blinken explicó que “también estamos trabajando con nuestros socios para reducir la dependencia de combustibles fósiles en Europa y acelerar la transición a energías renovables”.
En las últimas horas, se denunció una fuga en el Nord Stream 2 -en aguas danesas en el Báltico- y, posteriormente, otras dos en el Nord Stream 1 -una en aguas de este país nórdico y otra en las de la vecina Suecia, cerca de la isla de Bornholm-. Sismólogos suecos informaron que ya el lunes se habían registrado explosiones en la zona donde, posteriormente el martes, se confirmaron las fugas.
Tras conocerse la noticia, el Kremlin se mostró “muy alarmado al respecto” y desde la empresa operadora Nord Stream AG indicaron que los daños “no tienen precedentes”. Por su parte, el gobierno de Dinamarca dispuso la emergencia del sector eléctrico y gasístico. “Queremos asegurar la vigilancia minuciosa de la infraestructura crítica para reforzar la seguridad de suministro”, anunciaron en un comunicado.
(Con información de Europa Press y EFE)
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