Los precios de las acciones cayeron el viernes en todo el mundo ante señales de debilitamiento de la economía global, en momentos que los bancos centrales elevan la presión con nuevos aumentos de las tasas de interés.
Al cierre del mercado, el índice Dow Jones mostraba una caída de 473,55 puntos, un 1,6%, a 29.603,13, el S&P 500 perdió 64,49 puntos, un 1,7%, a 3.694,32, y el Nasdaq retrocedió un 1,7% o unas 193,70 unidades, hasta 10.873,10.
Las acciones europeas también cayeron ante datos preliminares según los cuales la actividad empresarial tuvo su mayor contracción mensual desde el comienzo de 2021.
A la presión se sumó un nuevo plan de reducción de impuestos anunciado en Londres, que provocó una fuerte alza de los rendimientos en Reino Unido porque en última instancia obligaría a su banco central a elevar aún más las tasas de interés.
La Reserva Federal de Estados Unidos y otros bancos centrales del mundo elevaron drásticamente sus tasas esta semana con la esperanza de contrarrestar la inflación y prometieron nuevos grandes aumentos para el futuro, pero esas medidas también significarán poner freno a sus respectivas economías, lo que trae la perspectiva de recesiones a medida que se frena el crecimiento en todas partes.
Además de los datos desalentadores del viernes sobre la actividad empresarial europea, un informe indicó que la actividad en Estados Unidos también se desacelera, aunque no tanto como en meses anteriores.
“Los mercados financieros están ahora asimilando plenamente el duro mensaje de la Reserva Federal de que no habrá marcha atrás en la lucha contra la inflación”, afirmó Douglas Porter, economista en jefe de BMO Capital Markets.
Los precios del crudo cayeron a sus niveles más bajos desde principios de año ante el temor de que una economía global debilitada consumirá menos combustible.
Día negro en Europa
Las acciones europeas de energía y materias primas se hundieron casi un 6% el viernes, llevando al índice más amplio de valores regionales a mínimos de dos años, ya que los pésimos datos de la zona euro apuntan a una desaceleración económica, lo que eleva la preocupación por la repercusión de las medidas de los bancos centrales.
Las acciones del Reino Unido perdieron un 2%, pero la baja estuvo limitada por un desplome del 3% de la libra, después de que el ministro de finanzas británico, Kwasi Kwarteng, anunció una serie de recortes fiscales y medidas destinadas a impulsar el crecimiento.
El índice paneuropeo STOXX 600 cayó un 2,3%, lo que elevó las pérdidas semanales al 4,4%, su peor semana desde mediados de junio.
Una encuesta mostró que la desaceleración de la actividad empresarial en toda la zona euro se profundizó este mes, entrando probablemente en una recesión porque el gasto de los consumidores se ha frenado.
La mayor economía europea, Alemania, vio cómo su principal índice bursátil alcanzó su nivel más bajo desde noviembre de 2020, con un descenso del 2,0%.
“Dados los riesgos a la baja y el alto grado de incertidumbre, todo apunta a una contracción de la actividad económica en la eurozona en los próximos trimestres”, afirman los economistas de ODDO BHF, que añaden que Alemania podría estar ya en recesión.
Europa se encamina a un duro invierno boreal, ya que las dudas sobre el suministro de energía dibujan un panorama sombrío para la recuperación de la actividad económica. Si a esto se le añade la clara prioridad del Banco Central Europeo por el control de la inflación, otra subida de 75 puntos básicos en octubre está “definitivamente” sobre la mesa, dijo el economista principal de la zona euro de ING, Bert Colijn.
El STOXX 600 ha bajado un 20% en el año y además está a un 20% de los máximos históricos alcanzados en enero.
(Con información de AP y Reuters)
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