El ex presidente de EEUU, Donald Trump, sugirió durante sus mandato a sus asesores que Estados Unidos podría darle Puerto Rico a Dinamarca a cambio de Groenlandia, según revela un nuevo libro.
El periodista del New York Times Peter Baker y la periodista de la revista The New Yorker Susan Glasser contaron en el libro The Divider: Trump in the White House, 2017-2021, que el plan del ex mandatario para comprar Groenlandia surgió de Ronald Lauder, un empresario dueño de un imperio de los cosméticos, quien conocía a Trump desde la universidad.
Baker escribió en un artículo el miércoles en el NYT que Lauder habló con Trump sobre su idea de comprar Groenlandia desde los primeros días de su presidencia, e incluso se ofreció a servir como canal secundario para negociar con Dinamarca, propietaria de Groenlandia.
Políticamente, Groenlandia pertenece a Dinamarca, aunque se trata de un territorio autónomo que desde 2009 maneja todas las competencias excepto política exterior, defensa y política monetaria. Estados Unidos ocupó en 1941 Groenlandia para evitar una posible invasión nazi de la isla después de que los alemanes ocupasen Dinamarca, situación que se prolongó hasta el fin de la guerra en 1945.
Trump presionó para adquirir la isla sugiriendo que EEUU retire el dinero federal de Puerto Rico para comprar Groenlandia o intercambiar las dos islas.
Ya se conocía el interés de Trump por este territorio.
En 2019, se reportó que Trump había pedido a sus asesores en la Casa Blanca que averigüen si era posible comprarle Groenlandia a Dinamarca. Mencionó la cuestión diversas veces durante reuniones y cenas.
The Washington Post señaló en aquel momento que en la Casa Blanca ya se había discutido sobre la legalidad de la hipotética compra, del proceso para incorporar un territorio con su propio gobierno y también de dónde saldría el dinero para la adquisición.
La cadena CNN, por su parte, anotó que Trump había pedido al abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, que estudiara la posibilidad.
“Tenemos una buena cooperación con Estados Unidos, y vemos esto como una expresión de mayor interés en invertir en nuestro país y en las posibilidades que ofrecemos. Por supuesto, Groenlandia no está a la venta. Debido al carácter no oficial de las noticias, el gobierno de Groenlandia no tiene más comentarios que hacer”, sostuvieron las autoridades locales de Groenlandia en un comunicado difundido tras los rumores.
En la misma línea se había expresado el Ministerio de Relaciones Exteriores de esta monumental isla de 2,1 millones de kilómetros cuadrados —la mayor parte, hielo— y poco más de 55.000 habitantes. “Groenlandia es rica en recursos valiosos como minerales, agua y el hielo más puros, reservas de peces, mariscos, energía renovable, y es una nueva frontera para el turismo de aventura. Estamos abiertos a los negocios, pero no a la venta”, sostuvo en su cuenta de Twitter.
En 1951, Estados Unidos construyó en Groenlandia la estratégica Base Área de Thule, que cobró especial importancia durante la Guerra Fría. Trump no sería el primer presidente estadounidense en tratar de comprar Groenlandia, ya que, según el Post, Harry Truman (1945-1953) ofreció 100 millones de dólares a Dinamarca por la isla una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial.
Trump dijo en una entrevista para el libro que la idea de comprar Groenlandia fue suya: “Me encantan los mapas. Y yo siempre decía: ‘Mira el tamaño de esto. es enorme Eso debería ser parte de los Estados Unidos’”.
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