El sur de la Florida está de luto tras un brutal accidente en la bahía de Biscayne durante el último fin de semana largo del verano.
Como es tradición en esta zona de los Estados Unidos, durante los días de vacaciones las personas suelen celebrar en el mar. Un grupo de 14 personas, de las cuales 12 eran adolescentes, salieron a navegar por la bahía de Biscayne durante el pasado domingo. Alrededor de las 6 y 45 de la tarde, muy cerca del cayo de Boca Chica, apenas al sur de Miami, un barco se accidentó.
Según testigos, aparentemente la embarcación venía a una velocidad importante, pero nada que llamara la atención de las autoridades. Otro barco pasó a muy alta velocidad muy cerca, generando olas grandes en la bahía. Esto hizo que el conductor de la primera embarcación perdiera el control, y terminara estrellándose contra una boya.
Once de las catorce personas que se encontraban a bordo de la embarcación sufrieron heridas, cuatro de ellas con heridas de gravedad tuvieron que ser aerotransportadas al hospital Jackson Memorial, el más grande de Miami. Tres de los pasajeros del barco volaron con el choque, cayendo a la bahía.
Los primeros en llegar a socorrer fueron los oficiales marítimos de la policía de Miami, quienes sacaron del agua a las personas que habían caído. Luego, asistidos por la Guardia Costera, llevaron a todos los heridos hasta el Cayo Elliot, donde los helicópteros los buscaron para trasladar a los más graves al hospital.
De las tres personas aerotransportadas, una llegó muerta ya al hospital. Se trata de Lucy Fernández, una joven de 17 años que apenas había empezado su último año de escuela secundaria en el colegio privado Nuestra Señora de Lourdes, uno de los más reconocidos de la ciudad de Miami.
“Era una joven mujer de mucha fe, a la que querían mucho sus maestros y compañeros de clases. A pesar de que su repentino fallecimiento nos llena de angustia, no me cabe la menor duda de que Lucy estaba lista para ir al encuentro con el Señor”, indicaba en un correo electrónico enviado a los padres del colegio la presidente de Nuestra Señora de Lourdes, Carmen Fernández.
Otras dos estudiantes de ese mismo colegio, Katy Puig y Coco Aguilar, se encuentran internadas en condición grave tras el accidente, al igual que una estudiante de la escuela secundaria Carrolton.
Las comunidades de los colegios católicos de Miami son muy unidas, y este accidente pone en evidencia la cercanía de esta comunidad. Hoy hay jornadas de oración en todos los colegios católicos de Miami al igual que misas en honor a las víctimas.
Si bien el accidente está bajo investigación, las autoridades descartaron que quienes estaban al mando del barco hayan consumido alcohol o estupefacientes durante la jornada.
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