Las acciones cerraron a la baja en Wall Street, lideradas por las caídas de las grandes empresas tecnológicas y borrando las ganancias del S&P 500 en la semana.
El S&P 500 cayó un 0,7% el miércoles, mientras que el Dow Jones cayó 0,5% y el Nasdaq 1,2 por ciento. Los valores de las pequeñas empresas cayeron más que el resto del mercado.
Wall Street estaba absorbiendo una mezcla de actualizaciones sobre el comercio minorista que mostraban que la presión de la inflación sigue afectando a las empresas y a los consumidores, pero también muestra que el gasto sigue siendo fuerte.
Las empresas tecnológicas y los minoristas, de elevado precio, sufrieron algunas de las mayores pérdidas. Las empresas de servicios públicos y los valores energéticos resistieron mejor que el mercado en general.
Target cayó un 2,3% después de informar de un desplome de casi el 90% en los beneficios del segundo trimestre, ya que se vio obligado a recortar los precios para eliminar los inventarios no deseados. El minorista advirtió a principios de este verano que estaba cancelando pedidos de proveedores y recortando agresivamente los precios debido a un pronunciado cambio de gasto por parte de los estadounidenses a medida que la pandemia disminuía.
La cadena de ropa y accesorios para niños Children’s Place cayó un 12,4% tras informar de unas sorprendentes pérdidas en el segundo trimestre, al enfrentarse a problemas en la cadena de suministro y a la presión de la inflación.
Los rendimientos de los bonos aumentaron considerablemente. El rendimiento del Tesoro a 10 años subió al 2,89% desde el 2,81% del martes.
Las ventas de los minoristas estadounidenses no variaron el mes pasado, según el Departamento de Comercio, y los economistas esperaban un ligero aumento en julio. Parte de la debilidad se debió a una caída del 1,8% en las ventas de gasolina, lo que refleja la bajada de los precios en las gasolineras.
Wall Street ha estado revisando de cerca los últimos datos económicos y las actualizaciones de las empresas para tener una mejor idea de cómo la inflación está afectando a las empresas y a los consumidores y si la inflación más alta de los últimos 40 años está alcanzando su punto máximo o comienza a enfriarse. Los inversores también vigilan la inflación para determinar cuánto más tienen que avanzar los bancos centrales en su lucha contra la subida de precios.
La tasa de inflación británica subió en julio a un nuevo máximo de 40 años, el 10,1%, a un ritmo más rápido que en Estados Unidos y Europa, ya que la subida de los precios de los alimentos en el Reino Unido agudizó la presión sobre el coste de la vida, alimentada por el aumento del coste de la energía. Las presiones inflacionistas llevaron al Banco de Inglaterra a aumentar su tipo de interés clave en medio punto porcentual este mes, la mayor de las seis subidas consecutivas desde diciembre.
La Reserva Federal ha estado subiendo los tipos de interés para frenar la economía y atemperar la inflación, pero los inversores siguen preocupados por la posibilidad de que pise el freno con demasiada fuerza y envíe a la economía a una recesión. En julio, la Fed subió su tipo de interés de referencia en tres cuartos de punto por segunda vez consecutiva. Wall Street conocerá más detalles sobre el proceso de esa decisión cuando la Fed publique las actas de esa reunión más tarde el miércoles.
(Con información de AP)
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