La presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, dijo el martes a su llegada a Taiwán que su controvertida visita demostraba el firme compromiso de Washington con la isla autogobernada, que China considera parte de su territorio.
“La visita de nuestra delegación del Congreso a Taiwán honra el compromiso inquebrantable de Estados Unidos de apoyar la vibrante democracia de Taiwán”, dijo la legisladora estadounidense de mayor rango en un comunicado difundido momentos después de que su avión aterrizara.
Pelosi, la funcionaria electa de mayor rango de EEUU que visita Taiwán en 25 años, dijo que su viaje “no contradice en absoluto” la política oficial de EEUU, que reconoce “una sola China” y no ha reconocido oficialmente a Taiwán como Estado independiente.
En ese sentido, en una columna de opinión publicada en el Washington Post, explicó que hace 43 años EEUU aprobó la Ley de Relaciones con Taiwán, un pilar de su política exterior para la región, que establece el marco de las relaciones diplomáticas. “Se hizo una promesa solemne por parte de Estados Unidos de apoyar la defensa de Taiwán: ‘considerar cualquier esfuerzo por determinar el futuro de Taiwán por medios que no sean pacíficos... una amenaza para la paz y la seguridad del área del Pacífico Occidental y de grave preocupación para los Estados Unidos’. Hoy, Estados Unidos debe recordar esa promesa. Debemos apoyar a Taiwán”.
Según sostuvo, la democracia “vibrante y robusta” de la isla “está amenazada” por China, a la que acusó de haber intensificado drásticamente las tensiones, con el aumento de patrullas de bombarderos, cazas y aviones de vigilancia, y con acciones ciberdigitales, como ataques a las agencias gubernamentales locales.
“Ante la aceleración de las agresiones del Partido Comunista Chino (PCC), la visita de nuestra delegación del Congreso debe ser vista como una declaración inequívoca de que Estados Unidos apoya a Taiwán, nuestro socio democrático, en su defensa de la libertad”, señaló.
Pelosi adelantó que las conversaciones con las autoridades locales estarán enfocadas en reafirmar el apoyo a la isla y promover los intereses comúnes para promover la libertad y apertura en la región.
Además, recordó lo que vivió en una visita de hace 30 años a Beijing: “Viajé en una delegación bipartidista del Congreso a China, donde, en la plaza de Tiananmen, desplegamos una pancarta en blanco y negro que decía: ‘A los que murieron por la democracia en China’. Policías uniformados nos persiguieron al salir de la plaza. Desde entonces, el pésimo historial de derechos humanos de Pekín y su desprecio por el Estado de derecho continúan, mientras el presidente Xi Jinping refuerza su control del poder”.
La líder demócrata repasó otras acusaciones contra Beijing, como el “genocidio contra los uigures musulmanes” en xinjiang, la represión en el Tíbet y las ofensivas contra las libertades y derechos humanos en Hong Kong, por lo que agregó: “No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras el PCC sigue amenazando a Taiwán, y a la propia democracia”.
Sobre el contexto internacional, mencionó la guerra de Rusia en Ucrania y señaló que “el mundo se enfrenta a una elección entre autocracia y democracia”, por lo que “es esencial que Estados Unidos y nuestros aliados dejen claro que nunca cedemos ante los autócratas”.
“Al viajar a Taiwán, honramos nuestro compromiso con la democracia: reafirmando que las libertades de Taiwán -y de todas las democracias- deben ser respetadas”, concluyó.
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