El Senado estadounidense aprobó este miércoles un proyecto de ley que fortalecerá las cadenas de suministro del país y que prevé subsidiar con 52.000 millones de dólares la fabricación de microchips para mejorar la posición de Estados Unidos en su competición con China.
Esa normativa recibió el visto bueno de la Cámara Alta con 64 votos a favor y 33 en contra y contempla en total una inversión de 280.000 millones, de los que 52.000 millones están pensados para fomentar la instalación de fábricas nacionales de semiconductores.
Tras la aprobación del proyecto de ley, China expresó este jueves su “firme” oposición a la decisión del Senado de EEUU, criticando una medida que podría suponer un golpe a la ventaja que Beijing tiene en este sector.
“China se opone de manera firme” a la nueva ley, declaró a los medios de comunicación el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, en rueda de prensa.
Según el régimen de Xi Jinping, el proyecto “contiene disposiciones que restringen la cooperación científica y tecnológica entre China y Estados Unidos”.
Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, se felicitó en un comunicado por la aprobación en el Senado de lo que en su opinión es una iniciativa “histórica”.
“El Senado ha aprobado una legislación histórica que reducirá costos y creará empleos””, comentó Biden, quien pidió a los legisladores de la Cámara de Representantes que aprueben la ley “rápidamente”.
“Significará cadenas de suministro estadounidenses más resilientes, por lo que nunca estaremos tan conectados con países extranjeros en tecnologías críticas que necesitamos para los consumidores estadounidenses y la seguridad nacional”, señaló Biden en un comunicado, en una referencia a países como China.
Ese proyecto de ley también está pensado para disminuir las disparidades en la autorización de fondos, y así garantizar que más universidades pueden participar en los esfuerzos federales para competir con China.
Su aprobación definitiva, no obstante, debe pasar todavía por la Cámara de Representantes, aunque los demócratas tienen allí mayoría y la presidenta de esa Cámara, la también demócrata Nancy Pelosi, ya ha avanzado que cuenta con el apoyo suficiente para salir adelante.
El Gobierno de EE.UU. considera la fabricación doméstica de microprocesadores una cuestión clave para la economía y la seguridad nacional, especialmente por el gran dominio de mercado que tiene China en este campo.
La demanda de semiconductores, el corazón de todos los productos electrónicos modernos, se disparó durante la pandemia de covid-19, lo que provocó una escasez mundial exacerbada aún más por el cierre de las fábricas chinas ante los rebrotes del coronavirus.
Los problemas de suministro de chips, presentes tanto en los teléfonos inteligentes como en los helicópteros, han alimentado, según el gobierno Biden, una inflación galopante en el país.
En particular, ralentizaron la producción de vehículos el año pasado, lo que provocó que los precios se dispararan en la industria automotriz.
(Con información de AFP y EFE)
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