Ghislaine Maxwell pasará los próximos 20 años de su vida tras las rejas. Cuando recupere en parte su libertad tendrá 80 años. Aún no está claro si cumplirá la sentencia impuesta por una corte norteamericana en Nueva York o en Reino Unido, como lo solicitará su defensa basada en una ley que podría otorgarle ese pedido. La empresaria y socialité -sentenciada por tráfico sexual de menores- quiere estar cerca de su familia.
Sin embargo, la mujer que le facilitaba niñas y adolescentes al financista Jeffrey Epstein -quien se suicidó en prisión el 10 de agosto de 2019 y fuera su pareja durante años-, deberá enfrentar otra severa prohibición impuesta en el fallo del Tribunal Federal de Nueva York que le fijó las dos décadas de prisión. Además de la multa de 750 mil dólares que le fijó la jueza federal Alison J. Nathan, Maxwell no podrá acercarse a menores de edad una vez que recupere la libertad. Por lo menos por cinco años.
“Es importante enfatizar que aunque Epstein fue central en este esquema criminal, la Sra. Maxwell no está siendo castigada en lugar de Epstein o como representante de Epstein. El comportamiento de Maxwell fue atroz y depredador”, señaló la jueza Nathan quien quiso enviar un “mensaje inequívoco” de que este tipo de conductas deben ser castigadas con dureza.
Es por eso que además de los 20 años, Maxwell estará bajo cinco años de supervisión con algunas restricciones bastante graves: la más dura es mantenerla alejada de los menores. De acuerdo a documentos obtenidos por el sitio TMZ, la empresaria no podrá mantener contacto alguno con personas menores de 18 años, a menos que obtenga la aprobación previa de la Oficina de Libertad Condicional en cada uno de los casos. Pero tampoco podrá caminar cerca de ellos: de acuerdo a la sentencia no tiene autorización de merodear a menos de 30 metros de lugares frecuentados habitualmente por menores: colegios, parques infantiles y salas de juego.
Adicionalmente, Maxwell tampoco podrá acceder a ningún perfil -de redes sociales o web- de un usuario que no haya cumplido la mayoría de edad. Tampoco tiene permiso para ingresar en salas de chat, portales comunitarios, entre otras restricciones. Una vez que recupere su libertad, la mujer que alguna vez gozó de la fama, el dinero y el glamour, tendrá que participar de un tratamiento dirigido a personas que cometieron delitos sexuales.
La sentencia
Maxwell, miembro de la alta sociedad que una vez se asoció con miembros de la realeza, presidentes y multimillonarios, fue condenada el martes a 20 años de prisión por ayudar al millonario Jeffrey Epstein a abusar sexualmente de niñas menores de edad. La sentencia fue el signo de puntuación en un juicio que exploró los sórdidos rituales de una poderosa pareja depredadora que cortejaba a los ricos y famosos mientras atraían a niñas vulnerables de hasta 14 años y luego las explotaban.
Los fiscales dijeron que Epstein, quien se suicidó en 2019 mientras esperaba el juicio, abusó sexualmente de niños cientos de veces durante más de una década, y no podría haberlo hecho sin la ayuda de Maxwell, su compañera de mucho tiempo y ex novia, quien dijeron que a veces también participó en el abuso. En diciembre, un jurado condenó a Maxwell por tráfico sexual, transportar a un menor para participar en actos sexuales ilegales y dos cargos de conspiración.
Maxwell, que vestía un uniforme azul de prisión y una máscara blanca para cumplir con las reglas del coronavirus, miró hacia un lado cuando se anunció la sentencia, pero por lo demás no reaccionó. También se había sentado en silencio antes, mientras la fiscal federal adjunta, Alison Moe, contaba cómo Maxwell sometió a las niñas a “pesadillas horribles” al llevarlas a Epstein.
“Eran socios en el crimen juntos y abusaron de estos niños juntos”, dijo, llamando a Maxwell “una persona que era indiferente al sufrimiento de otros seres humanos”.
Cuando tuvo la oportunidad de hablar, Maxwell dijo que simpatizaba con los sobrevivientes y que era “el mayor arrepentimiento de mi vida haber conocido a Jeffrey Epstein”. Maxwell lo llamó “un hombre manipulador, astuto y controlador que vivió una vida profundamente compartimentada”, haciéndose eco de las afirmaciones de sus abogados defensores de que Epstein era el verdadero autor intelectual.
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