Para todos los expertos en política estadounidense es jugada cantada que Ron DeSantis, actual gobernador de la Florida, buscará ser el nominado republicano a la presidencia de los Estados Unidos en 2024. Pero DeSantis no lo ha anunciado aún, de hecho cuando le preguntan dice que no está en sus planes por el momento.
Sin embargo, se sabe que es una vieja estrategia entre políticos esperar para hacer el anuncio. Y DeSantis está haciendo las cosas de manual, no anuncia pero sus políticas estatales están diseñadas para generar impacto nacional. Su discurso supera a la Florida claramente. Y muchos lo están notando, incluido el hombre más rico del mundo.
Elon Musk, el gran innovador cuya fortuna personal se calcula en unos 205 mil millones de dólares, anunció ayer en un largo hilo de mensajes en la red social Twitter (que está negociando para comprar) que había votado por Mayra Flores, la candidata latina de origen mexicano que ganó anoche en una elección especial una banca en el Congreso Federal. El voto de Musk es relevante porque su opinión mueve masas y es la primera vez que el empresario vota por un candidato republicano en su vida.
Los usuarios de Twitter se interesaron mucho en las visiones políticas de Musk y comenzaron a hacerle preguntas, como por ejemplo a quién votaría para la presidencia en 2024, a lo que Musk contentó que “eso está por verse”.
Pero cuando otro usuario repreguntó para saber hacia dónde se inclinaba, el sudafricano respondió escuetamente “DeSantis”.
Si bien DeSantis es famoso, entre otras cosas, por su oposición a las grandes empresas de tecnología, en los últimos meses ha hablado públicamente muy bien de Musk. Particularmente desde que se empezó a hablar acerca de la compra de Twitter, y como bajo el liderazgo de Musk podría haber una mayor libertad de expresión en la red social. Y hasta he dicho públicamente que le gustaría que Musk moviera sus oficinas a Florida, pese a que se ha opuesto públicamente a la llegada de empresas de tecnología a la península del sur.
“Importar algunas de estas empresas de tecnología de San Francisco nunca ha sido una prioridad para nosotros. Creo que lo que pasa es que una vez que vienen, tienden a subir el costo de vida para todos”, indicaba en rueda de prensa semanas atrás DeSantis. Cabe destacar que las oficinas de Musk ya no están en California. Después de que gobernantes locales le dijeran explícitamente y con un insulto de por medio que no lo querían allí, Musk simplemente contentó mensaje recibido y se mudó a Austin, en Texas.
La posible compra de Twitter por parte de Musk es un hecho fundamental para la política estadounidense. Desde que la red social prohibió al ex presidente Donald Trump, el debate ha sido acerca de si ese es el rol de las redes sociales, curar a quienes pueden participar. Musk podría cambiar las cosas, pero por el momento la compra fue puesta en pausa debido a que el multi-millonario quiere saber en realidad cuántos usuarios falsos hay en la red.
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