El reporte del Instituto Guttmacher, un grupo de investigación que respalda el derecho al aborto, contabilizó más de 930.000 abortos en Estados Unidos en 2020. Esto supone un aumento considerable respecto a los alrededor de 862.000 que se practicaron en 2017, cuando el dato nacional alcanzó su mínimo desde el fallo de la Corte Suprema de 1973 que legalizó el procedimiento en todo el país.
De acuerdo al informe, alrededor de uno de cada cinco embarazos terminaron en aborto en 2020, un año marcado por la pandemia. La investigación se publicó en un momento en que el alto tribunal parece dispuesto a anular esa decisión.
El número de mujeres que se somete a este procedimiento refleja una necesidad y “pone de manifiesto lo devastador que va a ser una decisión de la Corte Suprema sobre el acceso a un servicio absolutamente vital”, afirmó Sara Rosenbaum, profesora de derecho y política sanitaria en la Universidad George Washington.
El aborto con medicamentos, una combinación de dos fármacos que a veces se le llama “pastilla abortiva”, representó el 54% de los registrados en el país en 2020, la primera vez que representaron más de la mitad de los casos de interrupción del embarazo, señaló Guttmacher.
La pandemia del COVID-19 puede haber rebajado las cifras en algunos estados, indicó el reporte. En Nueva York, los abortos subieron entre 2017 y 2019, y luego bajaron un 6% entre 2019 y 2020. Una de cada 10 clínicas del estado pausó o dejó de realizar este procedimiento ese año.
En cambio, Texas registró un descenso del 2% entre 2019 y 2020, coincidiendo con las restricciones estatales al aborto relacionadas con la pandemia. En otras partes del país, el coronavirus podría haber limitado el acceso a los anticonceptivos, apuntan algunos expertos, o haber desalentado a las mujeres a realizar todas las visitas médicas que requiere un embarazo.
Sin embargo, los abortos ya estaban repuntando antes de que la pandemia diese un vuelco a la vida de la gente. Un factor que contribuía a ello era que algunos estados aumentaron el acceso a la interrupción del embarazo a través de Medicaid. llinois, por ejemplo, empezó a permitir el uso de fondos de Medicaid para pagar abortos en enero de 2018. La tasa de interrupciones del embarazo allí aumentó un 25% entre 2017 y 2020.
En Misuri, en cambio, se redujeron sustancialmente, aunque el número de residentes que viajó a Illinois para someterse al procedimiento subió en más de 6.500 personas. “Si los estados están pagando por los abortos, espero que también estén buscan como respaldar el parto, para que una mujer no piense que el aborto es la mejor o la única opción”, afirmó Carol Tobias, presidenta del Comité Nacional de Derecho a la Vida, que se opone a esta práctica.
Cada tres años, Guttmacher lleva a cabo la encuesta más exhaustiva del país sobre proveedores de este procedimiento. Se considera que sus datos son más completos que los de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, que omiten a varios estados, incluyendo California, el más poblado del país.
En 2020, hubo menos mujeres embarazadas y un porcentaje mayor optó por un aborto, apuntaron los investigadores. Hubo 3,6 millones de nacimientos, menos que en 2017.
La tasa de abortos en 2020 fue de 14,4 por cada 1.000 mujeres entre 15 y 44 años, un aumento con respecto a las 13,5 por cada 1.000 de 2017. Los abortos se incrementaron un 12% en el oeste del país, un 10% en la región centro-norte, un 8% en el sur y un 2% en el noreste.
(CON INFORMACIÓN DE AP)
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