Después de la masacre de Uvalde, en la que un asesino de 18 años se cobró la vida de 19 niños y 2 maestras, las alertas de seguridad se encendieron en todo el país.
El último incidente ocurrió en la escuela primaria Walnut Park, ubicada en Gasden, estado de Alabama. Según informaron las autoridades locales un hombre intentó entrar por la fuerza al colegio, incluso queriendo forzar las cerraduras de las puertas que estaban trabadas, se enfrentó a los oficiales y terminó siendo abatido en un tiroteo.
El incidente ocurrió en horas de la mañana, mientras varias docenas de niños asistía un programa especial de apoyo escolar durante el verano y otros estudiantes se encontraban en el establecimiento como parte de un programa de campamento de verano del departamento de parques de la ciudad (ya que en ese estado comenzaron las vacaciones).
El sospechoso en cuestión fue identificado como Robert Tyler White, de 32 años, cuyos documentos indican que era oriundo de Carolina del Norte, pero que varios testigos identificaron como vecino de la pequeña población de Gasden, a unas 60 millas de la ciudad de Birmingham.
El superintendente de escuelas de Gasden, Tony Reddick, confirmó que White intentó sin éxito forzar todas las puertas exteriores de la escuela, que estaban cerradas. Cuando la directora del colegio se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo, de inmediato llamó al oficial de seguridad que custodia el establecimiento para que se acerque al sospechoso.
Cuando el policía intentó hablar con White, el sospechoso escapó e intentó entrar a un patrullero de la policía que también estaba cerrado. El oficial lo persiguió mientras pedía que más oficiales se acercaran al lugar. En medio de un enfrentamiento físico, White quiso sacarle el arma a uno de los policías, fue allí donde comenzaron los disparos que terminaron matando al sospechoso. La policía no ha confirmado cuántos disparos hubo o si White falleció de inmediato.
Los estudiantes siempre estuvieron a salvo y no se enteraron de inmediato de lo que estaba ocurriendo, afirmó el superintendente, quien confirmó que los menores estaban del otro lado del edificio sin siquiera poder escuchar los disparos.
La escuela confirmó que debido a los recientes incidentes de violencia en el país, incluido el tiroteo en la escuela primaria Robb, en Uvalde, todas las puertas se encontraban cerradas a propósito, así como que fue adrede que hubiera un oficial de policía custodiando el establecimiento. Además, durante la última semana de clases, que fue la semana pasada, todos los estudiantes recibieron un entrenamiento de emergencia para casos como estos.
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