El padre de uno de los niños sobrevivientes en la masacre de la Escuela Primaria Robb aseguró haber suplicado a la policía para que le dieran un equipo para poder entrar mientras ocurría el tiroteo.
“Yo mismo le dije a uno de los oficiales que si no querían entrar, que me prestaran su arma y un chaleco, y que yo mismo entraría a manejarlo, y me dijeron que no”, declaró Víctor Luna a la CNN, agregando que quería que los oficiales “entraran y se deshicieran de ese hombre, de ese tirador”.
“Quiero decir que tardaron en entrar allí. Estaban haciendo su trabajo, pero podrían haberlo hecho más rápido antes de que ese hombre entrara en la escuela”, afirmó Luna, a quien le hubiera gustado ver más policías. Su hijo Jayden sobrevivió al tiroteo.
Luna aseguró que esperaron dos o tres horas antes de que empezaran a sacar a los niños de la escuela. “Eso fue lo que me agravó, porque quería ver a mi hijo. No sabía lo que estaba pasando, podría haber estado ahí dentro muerto”, dijo.
Derek González, un testigo de la escena, reveló a la CNN que vio a “miembros de la familia llorando, gritando”.
“Estaban como ‘dame el chaleco, ya sabes, voy a entrar allí'. Y los policías empujaban a la gente hacia atrás para que se apartara”, indicó.
Familiares de las víctimas y un legislador pidieron investigar el accionar de la policía
El congresista demócrata Joaquín Castro pidió al FBI investigar las versiones contradictorias de las autoridades de Uvalde sobre el tiroteo en el que murieron 19 niños y dos maestras en un colegio de primaria el martes en Texas.
Castro citó informes de que “los padres instaron sin éxito a las fuerzas del orden público a ingresar al edificio y confrontar al tirador”. Sin embargo, según reportes, la policía se negó a ingresar.
El tirador de 18 años entró sin obstáculos a través de una puerta aparentemente abierta, dijo el jueves la policía.
Además, el tirador, Salvador Ramos, aparentemente estuvo dentro del edificio durante al menos tres cuartos de hora antes de que los agentes de la Patrulla Fronteriza irrumpieran en un salón de clases y lo mataran, según el cronograma proporcionado por Víctor Escalón, director regional del Departamento de Texas. Seguridad Pública.
La escuela normalmente tiene un oficial de seguridad escolar armado. Pero cuando Ramos llegó el martes, “no había un oficial, fácilmente disponible, armado”, y el pistolero entró al edificio “sin obstáculos”, dijo Escalón.
Las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley se enfrentaron a las críticas y al reproche de los padres de familia por la cantidad de tiempo que transcurrió antes de que entraran al lugar.
Otros testimonios, como el de la niña Miah Cerrillo, que se untó sangre de una víctima para hacerse pasar por muerta, también dejaron constancia de lo que sintieron como una demora excesiva de la policía en entrar en acción contra el asesino.
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