El gobierno de Joe Biden se está preparando para aumentar el tipo de armamento militar que envía a Ucrania para ayudar a las fuerzas locales a contener el avance de las tropas rusas. Funcionarios norteamericanos aseguran que el Ejecutivo está considerando el suministro de sistemas avanzados de cohetes de largo alcance, que son ahora la principal petición de los funcionarios ucranianos.
Según la cadena CNN, el suministro de este nuevo paquete de ayuda militar podría ser anunciado la próxima semana.
Altos funcionarios ucranianos, incluido el presidente Volodimir Zelensky, solicitaron en las últimas semanas a Estados Unidos y sus aliados occidentales el suministro del Sistema de Cohetes de Lanzamiento Múltiple (MLRS, por sus siglas en inglés), de fabricación estadounidense, que permite disparar varios misiles a cientos de kilómetros -mucho más lejos que cualquiera de los sistemas de los que dispone Ucrania-.
Otro sistema que Ucrania solicitó es el Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad, conocido como HIMARS, un sistema de ruedas más ligero capaz de disparar muchos de los mismos tipos de munición que los MLRS.
Uno de los principales obstáculos, según las fuentes, es el gran alcance de los sistemas de cohetes. El MLRS y su versión más ligera, el HIMARS, pueden lanzar hasta 300 km, dependiendo del tipo de munición. Los misiles se disparan desde un vehículo móvil contra objetivos terrestres, lo que permitiría a los ucranianos atacar más fácilmente objetivos dentro de Rusia.
A medida que Estados Unidos y sus aliados suministran a Ucrania armas cada vez más sofisticadas, Washington ha mantenido conversaciones con Kiev sobre el peligro de una escalada si ataca territorio ruso, dijeron funcionarios estadounidenses y diplomáticos a la agencia Reuters.
Las discusiones entre bastidores, que son muy delicadas y de las que no se había informado previamente, no ponen restricciones geográficas explícitas al uso de las armas suministradas a las fuerzas ucranianas, pero se ha tratado de llegar a un entendimiento compartido del riesgo de una escalada, indicaron tres funcionarios estadounidenses y fuentes diplomáticas.
“Nos preocupa la escalada y, sin embargo, no queremos poner límites geográficos ni atarles demasiado las manos con el material que les estamos dando”, manifestó uno de los tres funcionarios estadounidenses, que habló bajo condición de anonimato.
El gobierno del presidente Joe Biden y los aliados de Estados Unidos se han mostrado cada vez más dispuestos a dar a Ucrania armamento de mayor alcance, incluidos los obuses M777, mientras Kiev lucha contra las fuerzas de invasión rusas con más éxito del que habían previsto los funcionarios de inteligencia estadounidenses.
El anuncio del Pentágono la semana pasada de que Dinamarca proporcionará a Ucrania misiles antibuque Harpoon ampliaría aún más el alcance de Kiev.
Después de pronosticar inicialmente que Ucrania sería arrollada por un Ejército mucho más grande de Rusia, los funcionarios estadounidenses han expresado recientemente su esperanza de que las fuerzas ucranianas puedan ganar la guerra, y quieren armarlas para que lo hagan.
Los próximos meses podrían situar la guerra en una “trayectoria más impredecible y potencialmente en escalada”, dijo la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, en una audiencia del Senado este mes.
Estados Unidos, por diseño, no está combatiendo directamente a las fuerzas rusas, pero los comandantes del Pentágono están en contacto constante con los líderes ucranianos y han proporcionado información de inteligencia crítica que ha permitido a Ucrania atacar a tropas rusas, han dicho los funcionarios estadounidenses.
Un segundo funcionario estadounidense, que también habló bajo condición de anonimato, dijo que Washington y Kiev tenían un “entendimiento” compartido sobre el uso de ciertos sistemas de armas proporcionados por Occidente.
“Hasta ahora, hemos estado en la misma página sobre los umbrales”, dijo el funcionario.
El Ministerio de Defensa ucraniano no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Consultado sobre si Estados Unidos enviaría los sistemas avanzados de cohetes de largo alcance, el lunes pasado el secretario de Defensa, Lloyd Austin, se mostró reticente: “No quiero adelantarme a la situación en la que nos encontramos en el proceso de asignación de recursos”.
Desde el inicio de la invasión Washington también ha tenido reparos en el suministro de aviones de combate MiG-29 adicionales, que algunos temían que pudieran permitir a los ucranianos llevar la lucha a territorio ruso. Finalmente, el gobierno de Biden decidió no dotar a Polonia de nuevos cazas, lo que habría permitido a los polacos equipar a Ucrania con los MiG de la era soviética.
Hasta el momento, los paquetes de armas provistos por Estados Unidos a Ucrania se centraron en los misiles antitanque Javelin y antiaéreos de corto alcance Stinger, así como en las armas pequeñas y la munición. En su momento, los obuses M777 supusieron un aumento significativo del alcance y la potencia con respecto a los sistemas anteriores, pero incluso éstos tienen un alcance máximo de unos 25 kilómetros, bastante menor a los MLRS y HIMARS.
Con información de Reuters y CNN
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