La Asociación Nacional del Rifle (NRA) de Estados Unidos celebra su convención anual en Texas este viernesen medio de protestas, días después de que un joven matara a 19 niños y dos maestras, en el tiroteo escolar más mortífero en una década en el país norteamericano.
Miles de personas se concentraron en los alrededores del centro de convenciones de Houston para protestar contra la celebración de la conferencia. Según las imágenes transmitidas por medios locales, los participantes en la protesta acudieron pertrechados con carteles con mensajes como “Prohíban los rifles de asalto ahora”, “¿Cuándo querrán a sus hijos más que a las armas de fuego?” y “Los rifles de asalto son para asesinar”.
Wayne LaPierre, jefe de la NRA abrió la convención refiriéndose a “la maldad” del atentado en Uvalde. Luego, rápidamente pasó a decir que el gobierno federal no podía “legislar contra el mal”, y dijo que las propuestas de control de armas del presidente Joe Biden restringirían “el derecho humano fundamental de los estadounidenses respetuosos de la ley a defenderse”.
El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también se dirigió al público rechazando los pedidos de controles de armas más estrictos y dijo que los estadounidenses decentes deberían poder portar armas de fuego para defenderse del “mal”.
“La existencia del mal en nuestro mundo no es un motivo para desarmar a los ciudadanos respetuosos de la ley”, dijo a los miembros de la Asociación Nacional del Rifle. “La existencia del mal es una de las mejores razones para armar a los ciudadanos respetuosos de la ley”.
“Cuando Joe Biden culpó al ‘lobby’ de las armas, estaba hablando de estadounidenses como ustedes y sugería que los republicanos están de acuerdo con permitir que ocurran estos tiroteos en las escuelas”, dijo Trump, durante la convención argumentando que los demócrats buscaban “politizar” la masacre.
El encuentro se realiza en Houston, a 450 kilómetros de la escuela primaria de la pequeña ciudad de Uvalde en la que un estudiante de secundaria de 18 años, identificado como Salvador Ramos, utilizó un rifle de asalto para llevar a cabo la masacre del martes.
El ex presidente estadounidense Donald Trump confirmó el miércoles que asistirá a la reunión de la NRA. Estados Unidos “necesita soluciones reales y un liderazgo real en este momento, no políticos y consideraciones partidistas”, dijo.
En un comunicado en su página web, la NRA -que ha sido fundamental para evitar la aprobación de regulaciones más estrictas sobre la tenencia de armas de fuego- afirmó que la masacre en Uvalde fue “el acto de un criminal solitario y trastornado”.
La policía de Texas enfrentó el jueves airadas críticas, acusada de haber tardado demasiado en intervenir en la escuela.
Según videos y numerosos testimonios, los padres aguardaban desesperados el martes que la policía actuara mientras Ramos llevaba a cabo una carnicería en un salón de clases.
Ante un aluvión de preguntas sobre la respuesta de la policía, Victor Escalon, del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS), dijo en rueda de prensa que los investigadores aún estaban trabajando para reconstruir exactamente lo sucedido.
Escalon afirmó que, después de dispararle a su propia abuela, Ramos chocó su vehículo cerca de la escuela, disparó a los transeúntes y luego entró al centro educativo por una puerta que aparentemente no estaba cerrada con llave.
La policía entró minutos después, pero retrocedió por los disparos y pidió refuerzos. Un equipo táctico con agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos entró y mató al pistolero “aproximadamente una hora después”, señaló el jerarca policial.
Mientras tanto, policías evacuaron a estudiantes y maestros y trataron sin éxito de negociar con el tirador, quien los detuvo con disparos de rifle, dijo.
Escalon también refutó relatos anteriores de que el pistolero fue confrontado por un funcionario de recursos escolares y dijo que no había ningún oficial armado en el lugar cuando comenzó el ataque.
En un video publicado en redes sociales y obtenido por Storyful, se puede ver a los padres frustrados, instando a la policía a ingresar al establecimiento. Las imágenes también muestran a un agente empujando bruscamente a una de las personas fuera del establecimiento.
Daniel Myers, un pastor de 72 años, contó a la AFP que llegó con su esposa Matilda al frente de la escuela unos 30 minutos después de que Ramos ingresara.
Los padres “estaban listos para entrar. Uno dijo: ‘Estuve en el ejército, solo dame un arma, entraré. No voy a dudar. Voy a entrar’”, relató.
“Los oficiales respondieron en minutos”, aseguró el jefe de policía de Uvalde, Daniel Rodríguez.
Entierros
Además de los 21 muertos, 17 personas resultaron heridas el martes, incluidos tres policías.
El esposo de una maestra de cuarto grado que murió protegiendo a sus alumnos falleció el jueves, aparentemente de un ataque al corazón, anunciaron sus familiares. La pareja deja cuatro hijos.
La tragedia sacudió a Uvalde, una localidad de 16.000 habitantes a medio camino entre la ciudad de San Antonio y la frontera con México, y predominantemente latina.
La Casa Blanca anunció que el presidente Joe Biden y su esposa Jill viajarán el domingo a Uvalde para “acompañar el duelo de la comunidad”.
Además de un memorial dispuesto frente a la escuela, 21 cruces blancas fueron alineadas en la plaza central de la localidad para rememorar a cada una de las víctimas.
Decenas de habitantes depositaron flores en el memorial el jueves, en donde también estuvo ofreciendo sus condolencias Meghan Markle, la esposa del príncipe Harry, que reside con su marido y sus dos hijos en California.
En una conferencia de prensa el martes, el gobernador de Texas, Greg Abbott, reveló que el asesino estaba armado con un rifle de asalto AR-15.
El jueves, la empresa Daniel Defense, fabricante de esta arma, anunció que no acudirá a la convención de la NRA.
Entrenamientos
Una de las maestras de la escuela dijo al canal ABC que sus alumnos estaban viendo una película de Disney para celebrar el próximo fin de año escolar, cuando sonaron disparos.
Entonces, los niños pusieron en práctica sus años de entrenamiento para esa situación, colocándose en silencio debajo de su mesa. Estos entrenamientos se han convertido en la norma en las escuelas de Estados Unidos, donde los tiroteos mortales se repiten incansablemente.
Los sonidos de los disparos “fueron muy fuertes”, dijo a la AFP Madison Saiz, una alumna de ocho años. “Nuestra maestra nos dijo que nos ubicáramos en una esquina, y toda nuestra clase simplemente lo hizo”.
La madre del atacante, Adriana Reyes, dijo a ABC que su hijo no era “un monstruo”, pero que a veces podía “ser agresivo”. Presentado como víctima de acoso, Ramos era él mismo “acosador”, contaron a la AFP dos estudiantes que lo conocieron.
En Estados Unidos, los tiroteos en las escuelas son un flagelo recurrente.
El debate sobre la regulación de armas está casi en suspenso, ante la falta de esperanza de que el Congreso apruebe una ley de alcance nacional sobre el tema.
El movimiento “Marcha por nuestras vidas”, creado después del tiroteo en Parkland en 2018, convocó a una gran manifestación el 11 de junio en Washington para pedir regulaciones más estrictas sobre las armas.
Con información de AFP
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