Antes de la masacre, el asesino de Texas le había pedido a su sobrino que le diera detalles sobre la escuela primaria Robb

El niño, hijo de la prima del tirador, era un estudiante de tercer grado en la institución de Uvalde y se encontraba en clase cuando Salvador Ramos disparó y mató a 19 alumnos y dos maestras

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Flores, velas y cartas en
Flores, velas y cartas en un altar para las víctimas del tiroteo en la escuela Robb Elementary de Uvalde, Texas (REUTERS/Marco Bello)

El día después de cumplir 18 años, Salvador Ramos, de la pequeña localidad de Uvalde, Texas, compró su primer rifle de asalto. Una semana más tarde, entró en una escuela primaria local, donde disparó y mató a 19 niños y a dos de sus maestros.

Las autoridades todavía están tratando de determinar qué llevó a Ramos a cometer la peor masacre escolar en Estados Unidos en una década, pero hay familiares del asesino que están aportando detalles importantes a la prensa.

Shelby Celeste Salazar, prima de Salvador Ramos, reveló que el joven asesino le pidió a su hijo información sobre su escuela primaria una semana antes de la masacre.

Salazar, de 28 años, explicó al diario británico DailyMail que su hijo era un estudiante de tercer grado en la Escuela Primaria Robb en Uvalde y que, días antes del ataque, Ramos le había preguntado al pequeño a qué escuela iba y a qué hora salían a comer los alumnos.En ese momento no le di importancia, tenían una buena relación. Son primos segundos”, dijo la madre de cuatro hijos.

Ramos vivía con Salazar y sus cuatro hijos junto a su abuela, Celia González, a quien el joven le disparó en la cara antes de dirigirse a la escuela el martes pasado. Shelby Celeste Salazar es hija de la hermanastra de la madre de Ramos.

El niño de tercer grado estaba en clase cuando Ramos comenzó su matanza pero resultó ileso. Salazar dijo que no sabe si su primo tenía como objetivo a su hijo o evitó intencionadamente entrar en su clase. “Nadie sabe por qué hizo lo que hizo. Esa es la verdad”, dijo. “Mi hijo y él eran muy unidos, por eso estoy conmocionada”, añadió.

Foto de archivo de Salvador
Foto de archivo de Salvador Ramos

Salazar también contó que Ramos había estado viviendo con ellos después de que su madre lo echara de su casa. La madre de Ramos, Adriana Reyes, niega que tuviera una relación tensa con su hijo. En una entrevista con DailyMail el miércoles, Reyes dijo que estaba “sorprendida” por la masacre que cometió, pero contó que era un joven solitario que “se mantenía al margen y no tenía muchos amigos”.

Pero Salazar considera que su tía “ha sido el problema” y que Ramos había amenazado con disparar a su propia madre la semana pasada. “Ella ha sido el problema. Es ridículo que todo el mundo se crea las mentiras que salen de su boca. Ha sido una pésima madre y una pésima persona”, dijo, y contó que a Reyes se le ha prohibido ver a su madre (Celia González) en el hospital.

Cómo fue el ataque

Descrito como un joven que había sufrido “bullying” durante mucho tiempo y con un historial de autolesiones, Ramos cumplió 18 años el 16 de mayo y compró su primer rifle al día siguiente. Tres días después, compró el segundo, y 375 rondas de municiones.

El joven, un desertor de la escuela secundaria sin antecedentes penales, publicó el martes por la mañana tres mensajes en Facebook anunciando sus planes, contó el gobernador de Texas, Greg Abbott, en rueda de prensa.

En el primer mensaje advirtió que iba a dispararle a su abuela, con quien vivía. La mujer de 66 años fue trasladada en avión en estado crítico a un hospital en las cercanías de San Antonio, a unos 130 km al oeste de Uvalde. Tras confirmar en un segundo mensaje en Facebook que había atacado a su abuela, Ramos publicó un tercero, diciendo que su próximo objetivo era una escuela primaria.

Agentes de la ley acuden
Agentes de la ley acuden a la escena del tiroteo cerca de la escuela primaria Robb en Uvalde (REUTERS/Marco Bello)

Condujo un poco más de 3 km y terminó chocando cerca de la Escuela Primaria Robb, donde a los más de 500 estudiantes de segundo a cuarto grado, con edades entre siete y 10 años, les quedaban solo tres días de clase antes de las vacaciones de verano.

Vestido de negro y con un chaleco táctico, Ramos fue confrontado por un funcionario escolar, pero pudo ingresar al edificio por una puerta trasera. Luego se dirigió a dos aulas contiguas.

“Ahí fue donde comenzó la carnicería”, dijo Steve McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas. Las identidades de las víctimas se han ido revelando a medida que sus familiares comparten su dolor en internet.

La detención del atacante

La policía llegó al lugar de la matanza en respuesta a un informe de un vehículo accidentado. Al escuchar disparos provenientes de la escuela, corrieron dentro y fueron atacados por disparos. Algunos policías comenzaron a romper ventanas y a evacuar a niños y maestros.

La policía ayudó a detener al atacante con un equipo táctico que incluía agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, que tiene una oficina en esta localidad ubicada a solo 100 km de la frontera con México. “Al ingresar al edificio, los policías y otros agentes se enfrentaron a disparos del sujeto, que estaba atrincherado”, dijo Marsha Espinosa, vocera del Departamento de Seguridad Interior (DHS) de Estados Unidos.

Las fuerzas de seguridad “se interpusieron entre el atacante y los niños para desviar la atención del atacante de las posibles víctimas”, explicó. Pasaron más de 30 minutos desde que Ramos ingresó a la escuela y finalmente uno de los agentes de la Patrulla Fronteriza le disparó y lo mató.

Los 19 niños asesinados por
Los 19 niños asesinados por Salvador Ramos

¿Quién era el atacante?

Ramos llevaba dos meses viviendo con su abuela, dijo McCraw. Según el gobernador Abbott, los departamentos de salud locales no conocían ningún problema psicológico.

Una prima, Mia, dijo al diario The Washington Post que Ramos “no era una persona muy social” y que había sido víctima de ‘bullying’ por su tartamudez. Le encantaban los videojuegos, según otro amigo.

Pero dos estudiantes por graduarse de la Escuela Primaria Robb, que dijeron conocer al tirador, lo pintaron diferente.

“Fui a la escuela con él (...) Todos sabíamos de él”, dijo a la agencia AFP Jaime Cruz, de 18 años. “Lo recuerdo vívidamente siendo un ‘bully’ en la escuela. No era solo que sufría de hostigamiento, él también era un ‘bully’”, apuntó.

“Era un ‘bully’. Era malo”, comentó Ariana Diaz, de 17 años, en consonancia con su compañero.

(Con información de AFP)

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