Estados Unidos planea tomar una serie de medidas para revisar su política sobre Cuba, incluida el alivio sobre algunas restricciones de la era del presidente Donald Trump a las remesas familiares y los viajes a la isla, además de aumentar drásticamente el procesamiento de visas estadounidenses para cubanos, dijeron el lunes funcionarios de Gobierno norteamericano a las agencias Reuters y AFP.
“Con estas medidas pretendemos apoyar las aspiraciones de libertad y mayores oportunidades económicas de los cubanos para que puedan llevar una vida exitosa en su hogar”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en un comunicado.
Las medidas, que llegan después de una larga revisión de Washington, marcan los cambios más significativos en el enfoque hacia La Habana desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo en enero de 2021.
Primero, EEUU remarcó que está adoptando “una serie de medidas para aumentar el apoyo al pueblo cubano en consonancia con nuestros intereses de seguridad nacional. El pueblo cubano se enfrenta a una crisis humanitaria sin precedentes -y nuestra política seguirá centrándose en empoderar al pueblo cubano para ayudarle a crear un futuro libre de represión y sufrimiento económico”.
En concreto, la Administración de Biden va a avanzar para “facilitar la reunificación familiar mediante el restablecimiento del Programa de Libertad Condicional para la Reunificación de la Familia Cubana (CFRP) y continuar aumentando la capacidad de los servicios consulares”.
“La tramitación limitada de visados de inmigrantes se reanudó en La Habana el 3 de mayo de 2022. Restableceremos el CFRP y aumentaremos la tramitación de visados en La Habana, al tiempo que seguiremos tramitando la mayoría de los casos de visados de inmigrantes en la Embajada de Estados Unidos en Georgetown, Guyana”, se explicó en un comunicado.
En tanto, el Departamento de Estado informó: “Fortaleceremos los lazos familiares y facilitaremos las conexiones educativas para el pueblo estadounidense y cubano ampliando los viajes autorizados en apoyo del pueblo cubano. Autorizaremos vuelos regulares y chárter a lugares más allá de La Habana”.
“También implementaremos cambios regulatorios para restablecer los viajes grupales entre personas y otras categorías de viajes educativos grupales, así como ciertos viajes relacionados con reuniones profesionales e investigación profesional, incluyendo el apoyo a la ampliación del acceso a Internet y a las empresas de procesamiento de remesas y para proporcionar apoyo adicional a los empresarios cubanos. No vamos a restablecer los viajes individuales entre personas”, se detalló. La categoría fue eliminada por autoridades de Trump que dijeron que los estadounidenses que iban de vacaciones en la playa abusaban de ella.
En esa línea, EEUU va a “aumentar el apoyo a los empresarios cubanos independientes. Fomentaremos las oportunidades comerciales fuera del sector estatal autorizando el acceso a la tecnología en la nube ampliada, las interfaces de programación de aplicaciones y las plataformas de comercio electrónico”.
“Exploraremos las opciones para ampliar el apoyo a opciones de pago adicionales para actividades basadas en Internet, pagos electrónicos y negocios con empresarios cubanos independientes. Trabajaremos para ampliar el acceso de los empresarios a la microfinanciación y la formación”, explicó la administración de Biden.
Por último, EEUU busca garantizar “que las remesas fluyan más libremente hacia el pueblo cubano, sin enriquecer a quienes perpetran abusos contra los derechos humanos. En concreto, eliminaremos el límite actual de las remesas familiares de 1.000 dólares por trimestre por pareja remitente-receptor y autorizaremos las remesas donativas (es decir, no familiares), que apoyarán a los empresarios cubanos independientes. Nos comprometeremos con los procesadores de pagos electrónicos para fomentar una mayor accesibilidad al mercado cubano. No eliminaremos entidades de la Lista Restringida de Cuba”.
Pero el anuncio no lleva las relaciones entre Estados Unidos y Cuba al punto del histórico acercamiento diseñado por el expresidente Barack Obama, del que Biden fue vicepresidente, el que incluía un flujo de remesas menos restringido, menos limitaciones de viaje y servicios de visa más rápidos.
Los funcionarios dijeron que entre las medidas anunciadas el lunes, Estados Unidos levantaría el tope para las remesas familiares, previamente establecido en 1.000 dólares por trimestre, y autorizaría las donaciones a personas que no sean miembros de la familia.
Sin embargo, los representantes dejaron en claro que Estados Unidos no eliminaría entidades de una lista Departamento de Estado de empresas alineadas con el Gobierno y el Ejército cubano, con las que las compañías y los ciudadanos estadounidenses tienen prohibido hacer negocios.
“Vamos a lograr que las remesas fluyan más libremente hacia el pueblo cubano, sin enriquecer a quienes cometen abusos contra los derechos humanos”, dijo el funcionario.
Estados Unidos utilizará “procesadores de pagos electrónicos” civiles para las remesas a fin de evitar que los fondos vayan directamente al Gobierno cubano, dijeron los representantes.
Los funcionarios de Biden han sido conscientes de que aliviar las restricciones sobre Cuba podría generar consecuencias políticas con los cubanoamericanos conservadores, un bloque electoral clave en el sur de Florida que en su mayoría respaldó las duras políticas del expresidente Trump.
Trump recortó el procesamiento de visas, restringió las remesas, redujo los vuelos a la isla y aumentó los obstáculos para los ciudadanos estadounidenses que buscan viajar a Cuba para algo que no sea visitas familiares.
El Departamento de Estado bajo Trump redujo drásticamente el personal de la embajada en 2017 luego de una serie de “incidentes de salud anómalos” que se conocieron como el “síndrome de La Habana”.
En cambio, a los cubanos que buscaban emigrar a Estados Unidos se les indicó que solicitaran visas en persona en las embajadas de Estados Unidos, primero en Colombia y luego en Guyana, viajes costosos fuera del alcance de muchos.
Cientos de personas fueron arrestadas durante y después de las manifestaciones, consideradas por muchos como las protestas más grandes desde la revolución de Fidel Castro en 1959. Washington ha condenado a las autoridades cubanas por las duras sentencias impuestas a algunos manifestantes.
Los funcionarios dijeron que no se ha tomado una decisión sobre si invitar a Cuba a la Cumbre de las Américas organizada por Estados Unidos, a pesar de las amenazas de México y otros de que no asistirán a menos que todos los países de las Américas estén invitados.
(Con información de Reuters y AFP)
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