Estados Unidos anunció este lunes recompensas de hasta 5 millones de dólares por información que permita capturar a Herlinda Bobadilla y a sus hijos Tito Montes Bobadilla y Juan Carlos Montes Bobadilla, narcotraficantes hondureños de un cártel que lleva su apellido.
En un comunicado, el Departamento de Estado norteamericano aseguró que el “liderazgo” de estos individuos en el cártel de los Montes Bobadilla ha aumentado “significativamente” desde el arresto en 2017 de Noé Montes Bobadilla, tercer hijo de Herlinda y condenado a 37 años de prisión en Estados Unidos.
Según Washington, los Montes Bobadilla trafican con drogas a través de Centroamérica, México y Estados Unidos.
Las recompensas, de hasta cinco millones de dólares por cada uno de los tres individuos, forman parte de la “estrategia para combatir el narcotráfico y el crimen organizado en Honduras”, afirmó el comunicado.
Desde 1986, el Departamento de Estado pagó más de 135 millones de dólares mediante su programa de recompensas para capturar a narcotraficantes, con el cual ha logrado la extradición de al menos 75 capos.
Noé Montes Bobadilla, considerado como un elemento especialmente violento, fue condenado en 2019 por un tribunal de Virginia (EEUU) a 37 años de prisión por introducir miles de kilos de cocaína en Estados Unidos.
Antes de su captura, lideraba uno de los cárteles más grandes de Honduras, que dominaba el área de Francia, en la costa caribeña del país, y que quedó en manos de sus familiares.
El mes pasado Tokiro Rodas Ramírez, un narcotraficante que Washington reclama desde 2014 en extradición, fue capturado en Choluteca, sur de Honduras.
Rodas Ramírez, quien al parecer es de origen salvadoreño, es miembro de la pandilla MS-13, según una versión de noviembre de 2011 del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
El narco, alias “El Perverso”, fue solicitado por Estados Unidos en 2014, indicó escuetamente el ministro hondureño de Seguridad, Ramón Sabillón.
Rodas Ramírez fue trasladado a Tegucigalpa para iniciar el proceso de extradición y comparecer ante el poder judicial.
Por su parte, el pasado 21 de abril se completó la extradición a Estados Unidos del ex presidente hondureño Juan Orlando Hernández. Esposado de manos, fue llevado hacia Nueva York desde la Base Aérea Hernán Acosta Mejía, en el sur de Tegucigalpa, para ser enjuiciado por tres cargos asociados al narcotráfico.
Hernández, de 53 años y quien gobernó entre 2014 y 2022, pasó a la historia como el primer ex presidente del país centroamericano en ser requerido por Estados Unidos y llevado en extradición a ese país, para enjuiciarlo por narcotráfico.
Estados Unidos lo acusa de tres cargos asociados al narcotráfico y uso de armas para introducir droga a ese país, según informó la Embajada estadounidense en Tegucigalpa el 15 de febrero.
Entonces, la legación diplomática indicó en un comunicado que “en total, desde aproximadamente 2004, la conspiración transportó más de aproximadamente 500.000 kilogramos de cocaína a través de Honduras con destino a los Estados Unidos”.
El primer cargo contra Hernández que le imputa Estados Unidos es por “conspiración para importar una sustancia controlada” a ese país, con el “conocimiento de que dicha sustancia sería importada ilegalmente” a territorio estadounidense, “a aguas a una distancia de 12 millas de la costa de los Estados Unidos”.
Además, se le acusa de “fabricar, distribuir y poseer con la intención de distribuir una sustancia controlada a bordo de una aeronave registrada en los Estados Unidos”.
El segundo cargo, es por “usar o portar armas de fuego, o ayudar e instigar al uso, el poder y la posesión” de “ametralladoras y dispositivos destructivos”.
El cargo tres se refiere a una “conspiración para usar o portar armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, durante y en relación con, o poseer armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos”, según la acusación de Estados Unidos.
(Con información de EFE)
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