Estados Unidos descartó este lunes invitar a las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela a la Cumbre de las Américas que se celebrará el próximo mes de junio en Los Ángeles, porque considera que “no respetan” la democracia.
“Cuba, Nicaragua y el régimen de (Nicolás) Maduro no respetan la carta democrática de las Américas y por lo tanto no espero su presencia”, anunció el subsecretario estadounidense para América Latina y el Caribe, Brian Nichols, en entrevista con la cadena NTN24.
El funcionario subrayó que el presidente norteamericano Joe Biden “ha sido bien claro de que los países que no respeten la democracia no van a recibir su invitación” a la cumbre, que reunirá a jefes de Estado y de Gobierno de la región.
El dictador cubano, Miguel Díaz-Canel, exigió este lunes la participación de su país en el encuentro, y denunció que Estados Unidos pretende organizar una cumbre de “Estados selectivos”.
“Los grandes retos de la humanidad no se solucionan mediante la confrontación y la violencia, sino mediante la solidaridad y la cooperación”, añadió.
Las relaciones se han mantenido tensas con el régimen cubano desde la llegada de Biden, cuya administración ha denunciado una serie de violaciones a los derechos humanos contra residentes en la isla que protestaron masivamente en las calles en julio del año pasado contra la dictadura castrista.
Washington también ha sido cada vez más crítico con el dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, quien se proclamó ganador de las elecciones del pasado mes de noviembre para un cuarto mandato consecutivo tras haber encarcelado a los principales políticos opositores, activistas y periodistas, y haber tomado medidas enérgicas contra los medios más críticos.
También se pronunció el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien dijo que la semana pasada pidió en una llamada con Biden que invite a “todos los pueblos de América”.
“¿Cómo es que convocamos a una Cumbre de las Américas, pero no invitamos a todos? ¿Entonces de dónde son los que no están invitados? ¿De qué continente? ¿De qué galaxia? ¿De qué satélite?”, cuestionó el mandatario mexicano.
El Gobierno estadounidense ya avisó la semana pasada que veía “improbable” invitar a los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, países que sí asistieron a la Cumbre de las Américas celebrada en Ciudad de Panamá en 2015.
Estados Unidos no confirmó en cambio si invitará al líder opositor venezolano Juan Guaidó, a quien reconoce como presidente interino desde 2019.
La IX Cumbre de las Américas, que se celebrará en Los Ángeles del 6 al 10 de junio, será la segunda organizada por Estados Unidos después de la edición original en Miami en 1994, y su objetivo principal es diseñar un pacto migratorio regional.
Hasta ahora se han realizado ocho cumbres ordinarias: Miami (1994), Santiago de Chile (1998), Québec (Canadá, 2001), Mar del Plata (Argentina, 2005), Puerto España (Trinidad y Tobago, 2009), Cartagena de Indias (Colombia, 2012), Panamá (2015) y Lima (2018).
Bajo el lema “Construir un futuro sostenible, resiliente y equitativo”, la cumbre se centrará en los crecientes flujos migratorios en la región, pero también tratará la crisis climática, la transición hacia energías limpias y el crecimiento económico equitativo y el papel de la sociedad civil y los medios independientes, según la Casa Blanca.
Semanas atrás Biden nombró a sus dos asesores especiales para la cumbre: el ex senador estadounidense Christopher Dodd, con quien el presidente trabajó en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado durante más de 28 años; y la ex congresista, de origen ecuatoriano, Debbie Mucarsel-Powell.
Mucarsel-Powell es reconocida por apoyar a los refugiados venezolanos que abandonan su país, pidiendo para ellos un estatus de seguridad temporal, amparo migratorio y permiso para trabajar.
(Con información de EFE)
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