Berkshire Hathaway Inc., propiedad de Warren Buffett, celebrará este sábado su junta anual de accionistas en persona por primera vez desde la pandemia, pero es probable que en la extravagancia apodada “Woodstock para capitalistas” haya menos gente y se reduzcan los actos.
Buffett, de 91 años, presidente y consejero delegado de Berkshire, y el vicepresidente Charlie Munger, de 98 años, responderán a las preguntas de los accionistas durante unas cinco horas cuando se celebre la reunión en Omaha, Nebraska (Estados Unidos).
Es probable que los accionistas aborden temas como las inversiones recientes, la recompra de acciones, el aumento de la inflación y las interrupciones en la cadena de suministro, e incluso si alguien que no sea Buffett debería presidir la empresa.
Junto a ellos estarán los vicepresidentes Greg Abel, el sucesor designado de Buffett como consejero delegado, y Ajit Jain.
Muchos accionistas, sin embargo, acuden a algo más que a la reunión.
Los eventos que se celebran en la ciudad durante tres días incluyen una carrera de 5 km, compras de los accionistas en docenas de empresas propiedad de Berkshire en el CHI Health Center Omaha, donde se celebra la reunión, y varias conferencias privadas sobre inversiones.
“Se vende tan rápido como suena la caja registradora”, dijo Phillip Black, copropietario de Bookworm, el único negocio no perteneciente a Berkshire que vende en el estadio. Afirmó que las ventas del fin de semana han superado los 100.000 dólares en años anteriores. “Te alegras cuando se acaba para poder descansar un poco”.
Aun así, los accionistas notarán cambios, más allá de necesitar una prueba de vacunación contra el COVID-19 para asistir a los eventos.
Berkshire espera que la asistencia sea “considerablemente menor” que las 40.000 personas, muchas de ellas procedentes del extranjero, habituales en las últimas reuniones. La reunión de 2019, la última presencial antes de la pandemia, aportó 21,3 millones de dólares a la economía de Omaha.
“Asistí durante 25 años seguidos antes de la pandemia”, dijo James Armstrong, director de Henry H. Armstrong Associates en Pittsburgh. “Pero no voy a hacer el viaje. No voy a volar mucho todavía”.
Los índices de ocupación de las 15.608 habitaciones de hotel de la zona de Omaha, medidos por la empresa de datos STR Inc, podrían no llegar al 90% o 95% habitual, con más habitaciones a precios más bajos que atraen a los viajeros tardíos.
Borsheims no montará su conocida carpa al aire libre con entretenimiento en vivo y un buffet en el centro comercial que alberga la joyería propiedad de Berkshire, aunque habrá cócteles.
Y uno de los favoritos de los accionistas, el sorteo de periódicos en el que Buffett mostraba las habilidades que una vez utilizó como repartidor de periódicos, ha sido descartado.
Armstrong, como muchos otros, planea ver la reunión en línea en cnbc.com. Berkshire retransmitió por primera vez las reuniones por Internet en 2016.
Aun así, el fin de semana debería añadir muchos millones de dólares a las arcas de Berkshire.
Los accionistas pueden comprar un barco pontón de la unidad Forest River de Berkshire y diseñado por el cantante de “Margaritaville” Jimmy Buffett (sin relación).
Los compradores frugales pueden volver a gastar 5 dólares en Oriental Trading para conseguir patos de goma de Buffett y Munger. Y los que no estén a dieta podrán devorar los 9.564 kg de dulces de cacahuete y otras golosinas que traerá See’s Candies.
Deborah Ward, directora ejecutiva de Visit Omaha, dijo que “la energía de la ciudad se perdió” cuando Berkshire trasladó sus reuniones de accionistas de 2020 y 2021 a la virtualidad.
“Será agradable tener esa energía de vuelta”, afirmó. “Estar asociado a Berkshire ayuda mucho a la marca Omaha. Warren Buffett podría vivir en cualquier parte del mundo. Él elige vivir aquí”.
David Brown, que se jubila la semana que viene tras 19 años al frente de la Cámara del Gran Omaha, dijo que muchas empresas no afiliadas a Berkshire programan eventos en torno al fin de semana.
“Berkshire ha sido para nosotros el Super Bowl anual de los negocios”, indicó. “Eso significa que se llenan los bares, restaurantes y tiendas. Se nota el empujón que da”.
Marta Keller, directora general del céntrico M’s Pub, dijo que algunos clientes de Berkshire reservan con un año de antelación. M’s crea un menú especial para ellos.
“Habrá un costillar, un solomillo de ternera. Todo el mundo habla de que Nebraska es una ciudad de carne”, asegura Keller. “Lo mantenemos sencillo, pero intentamos ser creativos porque la comida se ha vuelto muy cara”.
En el Bookworm, todos los libros tienen el sello de aprobación de Buffett.
Las novedades de este año son el libro actualizado de Nancy Rips “My New Berkshire ABC” para niños (la A es de Apple, una gran inversión de Berkshire), y un libro sobre la evolución de Berkshire desde una fábrica textil en decadencia que Buffett cerró finalmente en 1985, veinte años después de hacerse cargo.
“Al señor Buffett le gusta educar a los accionistas”, dijo Black. “Mostrará cómo puso su capital en algo que realmente no era bueno y lo reasignó de forma más productiva”.
La consejera delegada de Borsheims, Karen Goracke, señaló que la joyería vende tanto durante la semana como en la temporada navideña. Ella y otros directores generales de empresas de Berkshire volverán a cenar juntos este fin de semana.
“Vi a Warren hace una semana”, dijo Goracke esta semana. “Está de muy buen humor y feliz de volver a reunirse en persona. Le encanta hacerlo. Le llena de energía”.
(Con información de Reuters)
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